Madrid, 30 de enero de 2014
Durante la inauguración de la muestra, Carlos Salinas, embajador de Filipinas en España, dijo que Bonifacio es “el sumo icono revolucionario filipino”, pero destacó sus facetas humanas del dirigente.
Ana Santos Aramburo, directora de la BNE, manifestó que la institución tiene una importante colección que sobre Filipinas, reunida por Antonio Graiño y adquirida en 1959, y que contiene ejemplares de gran rareza, producto de los primeros pasos de la imprenta filipina y muchos de ellos en lenguas autóctonas.
La exposición recoge una selección de libros y folletos sobre el Katipunan, publicados en España y guardados por la BNE. En ellos, se puede apreciar la diversidad de puntos de vista y, en algunos casos, un conocimiento difuso de la realidad filipina.
Entre las obras que se podrán contemplar, destacan las siguientes: General Aguinaldo and Philippine politics (1928), de José Clariño; True version of the Philippine revolution (1899), de Emilio Aguinaldo; La religión del Katipunan ((1899), de Isabelo de los Reyes y Florentino; y El Katipunan o El filibusterismo en Filipinas (1897), de José del Castillo.
Andres Bonifacio y el Katipunan
Andrés Bonifacio y Castro (1863 – 1897) creó en 1892 la sociedad revolucionaria Katipunan, radicalmente opuesta a los intereses de España.
Nacido en una familia humilde, gozó de una gran ascendencia entre las masas, a las que incitó a una lucha violenta, en una posición mucho mas violenta y radical que el otro líder filipino José Rizal. Al final, acabaría siendo fusilado por otra facción independentista filipina, que acabaría propiciando que el país cayese en manos de los Estados Unidos.
Cuando en agosto de 1896, medio año después del fusilamiento de José Rizal, se produjeron los primeros conflictos armados entre la guerrilla insurgente y el ejército español, aparecieron también disidencias internas en el propio movimiento independentista.
En medio de esas disputas internas, Andrés Bonifacio acabó siendo juzgado por un Consejo de Guerra de las fuerzas de Emilio Aguinaldo, presidente del gobierno revolucionario filipino, que lo consideró culpable de sedición y traición, y lo condenó a muerte. Fue ejecutado, junto con otros compañeros, el 10 de mayo de 1897.
La historiografía filipina reconoce a Andrés Bonifacio una capacidad especial de movilización de las masas indígenas en pro de la independencia y la paternidad del Katipunan, cuya evolución dio lugar al ejército revolucionario. El Katipunan reivindicó la independencia a nivel personal y político, el bienestar general y el igualitarismo. Tuvo el apoyo de la pequeña burguesía y, sobre todo, de la población urbana y rural menos favorecida.
La muerte de Bonifacio puso punto final a la existencia del Katipunan y consolidó el establecimiento de un gobierno revolucionario presidido por Emilio Aguinaldo, quien, caería en el 1901 apresado por las fuerzas ocupantes de Estados Unidos.
La muestra dedicada a Andrés Bonifacio, líder de la lucha independentista filipina, podrá contemplarse hasta el 23 de marzo en la BNE.