Viena, 18 de enero del 2012
Las obras de Gustav Klimt nos siguen fascinando hasta nuestros días. Muchas de ellas están expuestas de forma permanente en museos y otras instituciones culturales vienesas. En el Belvedere Superior se halla la pintura más famosa de Klimt, "El beso", un icono del mundo de la pintura. Este cuadro y su autor son el símbolo de la "Secesión" vienesa, el modernismo austríaco y mundial.
El pabellón de la Secesión, no es sólo una de las más bellas atracciones turísticas de la ciudad, sino que alberga también el mundialmente famoso Friso de Beethoven. Este ciclo de pinturas murales, que mide 34 x 2 m. y que fue realizado en 1902 sobre tres paredes, está dedicado al compositor Ludwig van Beethoven.
En la gran escalinata del Kunsthistorisches Museum (Museo de Bellas Artes) pueden contemplarse 40 pinturas que adornan las enjutas y los intercolumnios, los pequeños espacios situados entre los arcos y las columnas. Once de estos cuadros fueron realizados por Gustav Klimt, los otros, por su hermano Ernst y por Franz Matsch. Representan las diferentes etapas de la historia del arte y los oficios desde sus inicios en el Antiguo Egipto hasta la Era Moderna.
Los valiosos bocetos de Gustav Klimt para las pinturas del techo de las escalinatas del Burgtheater (el antiguo Teatro de la Corte) se conservan gracias a que fueron descubiertos a finales de los años 90 en las buhardillas del teatro. En ellos se encuentra el único autorretrato de Klimt. Están expuestos actualmente en una sala dedicada al artista y pueden ser admirados en el marco de una visita guiada, al igual que las pinturas del techo de las escalinatas.
Gustav Klimt trabajó conjuntamente con Josef Hoffmann en el Palacio Stoclet de Bruselas, para el cual diseñó el llamado Friso Stoclet. Un total de nueve bocetos se encuentran actualmente en el Museo Austríaco de Artes Aplicadas/Arte contemporáneo (÷sterreichisches Museum fír angewandte Kunst/Gegenwartskunst: MAK).
Klimt (1862-1918), que pasó la mayor parte de su vida en Viena, revolucionó el mundo de la pintura. Sus ornamentaciones doradas hacen que sus cuadros lleguen a alcanzar los precios más elevados del mercado mundial.
Sus excepcionales retratos femeninos ilustran el auge de la burguesía. La obra de Klimt refleja la evolución artística desde el historicismo hasta los inicios de la abstracción.
La obra del artista sufrió duras críticas en Austria, al mismo tiempo que ganaba numerosos premios en el extranjero. Klimt falleció en Viena en 1918, víctima de una apoplejía.
Belvedere, Belvedere Superior, Prinz-Eugen-Strasse 27, 1030 Viena, www.belvedere.at
Secesión, Friedrichstrasse 12, 1010 Viena, www.secession.at
Kunsthistorisches Museum, Maria-Theresien-Platz, 1010 Viena, www.khm.at
Burgtheater, Dr.-Karl-Lueger-Ring 2, 1010 Viena, www.burgtheater.at
Museo Austríaco de Artes Aplicadas / Arte Contemporáneo MAK, Stubenring 5, 1010 Viena, www.mak.at
Retrato de Adele Block-Bauer. Gustav Klimt
El Beso. Gustav Klimt