Nueva York, 18 de agosto de 2015
La muestra se abrirá el 12 de octubre y estará en cartel hasta el 24 de enero de 2016 y en ella se recuerda cómo la reunificación del antiguo Egipto alcanzada por Nebhepetre Mentuhotep II -el primer faraón del Imperio Medio- fue seguida de un gran florecimiento cultural que duró casi 400 años.
Durante el Imperio Medio (alrededor de 2030-1650 a.C.), se revitalizaron las tradiciones artísticas, culturales, religiosas y políticas puestas en vigor durante el Imperio Antiguo, en un proceso de recreación y transformación reflejado a través de 230 obras maestras.
Estos elementos presentados abarcan una amplia serie de formas y materiales, desde las esculturas monumentales de piedra a delicados ejemplos de joyería, obras de arte que pertenecen a la colección del Metropolitan, y también de otras grandes colecciones de América del Norte y Europa, en una iniciativa clave para explicar el Imperio Medio y presentar materiales que nunca han sido mostrados en los Estados Unidos.
Adela Oppenheim, experta en arte del antiguo Egipto, explica que existe una asombrosa continuidad en la antigua cultura egipcia, con ciertos principios básicos que perviven miles de años, lo que da la impresión de inmutabilidad. Sin embargo, las obras de arte de la exposición mostrarán que el antiguo Egipto evolucionó constantemente, contribuyendo a la creación de una sociedad fascinante y compleja.
La exposición se abre con una estatua monumental de Mentuhotep II, tallado en un estilo deliberadamente arcaico que sugiere un vínculo con los reyes legendarios de Egipto temprano (ca. 3300 a.C.).
Los profundos cambios en el concepto de la realeza se demuestran a través de una serie de estatuas que abarcan varios cientos de años. Los primeros faraones del Imperio Medio se representan a menudo con las caras juveniles y expresiones confianza, en contraste con los rostros carnosos y ojos hundidos de reyes posteriores, imágenes sorprendentes de la madurez y de la humanidad.
Otro tema presentado se refiere a los complejos de pirámides, lo que se ejemplifica con la de Sesostris III (alrededor de 1878-1840 a.C.) en Dahshur, de la que se presenta un modelo detallado de escala 1 a 150.
Las mujeres de la realeza y su papel se analizan también, así como otros aspectos de la vida doméstica y familiar, los viajes, la cultura y todo lo relacionado con la sacralidad sin olvidarse de toda una variedad de objetos mágicos de protección de las mujeres embarazadas o los niños. Entre lo religioso, se muestra en especial cómo evolucionó el papel de Osiris como deidad funeraria.
En el periodo analizado, la devoción a Osiris aumentó y su centro de culto en Abydos adquirió gran relevancia. Allí se celebraron procesiones anuales y allí abundaron los enterramientos de quienes podían tener recursos para para acercarse para la eternidad a los ritos, asegurando su vida posterior. Para ello los mandatarios y potentados erigieron capillas que enriquecieron con obras de arte, algunas de los cuales han llegado a nuestro tiempo.
También destacan algunas partes de estatuas colosales, como una cabeza monumental de faraón Amenemhat III.
El conocimiento general de la historia del Imperio Medio, los logros de sus artistas, las creencias religiosas, costumbres funerarias y las relaciones con otros países, se ha incrementado en buena parte con la colaboración del Metropolitan, que ha patrocinado numerosas excavaciones en los sitios del Imperio Medio, incluyendo Deir el-Bahri ( 1.920-31), Lisht (1906 a 1934, 1984/91), y Dahshur (1990-hasta ahora).
Cabeza de estatua de una deidad bovina, piedra caliza. Egipto, Imperio Medio, dinastía 11-12, ca. 2124-1981 aC. . Museo del Louvre, Departamento des Antiguedades Egipcias.
Estatua colosal de un faraón. Egipto, Imperio Medio, dinastía 12, reinado de Amenemhat II ca. 1919-1885. Ägyptisches Museum und Papyrussammlung, Staatliche Museen, Berlín.
Relieve con Sesostris I, detalle. Egipto, Imperio Medio, dinastía 12, reinado de Sesostris I, ca. 1961-1917 a.C. Piedra caliza. Petrie Museum of Egyptian Archaeology, Londres.