Guiarte logo Guiarte.com

La comarca leonesa La Cepeda

Datos de interés de La Cepeda, una pequeña comarca rural leonesa. Historia, paisaje, sus gentes, poblaciones, etc.

Datos generales de La Cepeda El paisaje de La Cepeda Vestigios de historia en La Cepeda La Cepeda en el Camino de Santiago Remanso del tiempo

Datos generales de La Cepeda

Para comenzar a conocer la comarca, vienen bien una serie de datos generales.

Datos generales de la comarca:.

Municipios:

MAGAZ, 72,6 kilómetros cuadrados

QUINTANA DEL CASTILLO , 155,7 kilómetros cuadrados

VILLAGATÓN, 167,7 kilómetros cuadrados

VILLAMEJIL , 79 kilómetros cuadrados

VILLAOBISPO 31,8 kilómetros cuadrados

VALDESAMARRIO 61,7 kilómetros cuadrados

Población:

Según el censo total de los pueblos integrados en la actual mancomunidad de La Cepeda - los ayuntamientos de Magaz de Cepeda, Quintana del Castillo, Villagatón, Villamejil y Villaobispo de Otero- asciende a 3065 personas

Los datos corresponden a la información del Instituto Nacional de Estadística, y se refieren al año 2016. Incluyen todos los pueblos integrados en la actual Mancomunidad de la Cepeda.

Si a los habitantes de lo que es la actual Mancomunidad (Los integrados en los señoríos de La Cepeda, Otero de Escarpizo y Valdemagaz) se incluyeran otros de lo que fue la "Cepeda Histórica" la cifra ascendería a 3767, pues el actual municipio de Valdesamario, Espina y Quintanilla del Monte pertenecieron siempre al señorío cepedano.

Sueros, Brañuelas, Riofrío. Villamejil y Castrillos –por este orden- son los pueblos más grandes de la comarca, todos con más de 130 habitantes. También pasan del centenar Ferreras, La Carrera, Vega de Magaz, Carneros y Brimeda.

Por municipios, la estadística estaría así:

Magaz. Población de todo el municipio, 370 habitantes, con la siguiente distribución:

Benamarías, 50

Magaz, 83

Porqueros, 41

Vega de Magaz, 118

Zacos, 45

El municipio de Quintana del Castillo tiene en conjunto 786 habitantes. El censo de cada lugar es el siguiente:

Abano, 29

Castro, 24

Donillas, 54

Escuredo, 31

Ferreras, 126

Morriondo, 56

Palaciosmil, 26

Quintana del castillo, 96

Riofrío, 149

San Feliz de las Lavanderas, 35

La Veguellina, 31

Villameca, 86

Villarmeriel, 43

El Ayuntamiento de Villagatón Brañuelas cuenta con 610 habitantes, distribuidos así:

Brañuelas, 217

Culebros, 69

Manzanal, 49

Montealegre, 72

Requejo y Corús, 43

La Silva, 52

Ucedo, 24

Valbuena, 3

Villagatón, 36

Los Barrios, 45. (Nistoso, 34; Tabladas, 6, y Villar 5)

El ayuntamiento de Villamejil cuenta con 709 habitantes. Distribuidos así:

Castrillos, 138

Cogorderos, 99

Fontoria, 42

Quintana, 30

Revilla, 15

Sueros, 246

Villamejil, 139

El ayuntamiento de Villaobispo posee 590 habitantes. Las poblaciones locales son:

Brimeda, 111

Carneros, 116

La Carrera, 125

Otero de Escarpizo, 76

Sopeña, 96

Villaobispo, 66

Si añadimos las poblaciones integradas en lo que antaño era Merindad de la Cepeda nos encontraríamos con el municipio de Valdesamario, que tiene 213 habitantes. Distribuidos así:

Murias de Ponjos, 23

Paladín, 17

Ponjos, 18

La Utrera, 58

Valdesamario, 97 (con los barrios de Valdesamario, 39; Castro, 12; La Garandilla, 36; La Parte, 3, y Velilla 7)

Otras dos poblaciones pertenecientes a la antigua Merindad de la Cepeda eran Quintanilla del Monte, de 439 habitantes en la actualidad, y Espina, con 46.

Frente a los tres mil habitantes que tiene la comarca en la actualidad, hacia los años sesenta del pasado siglo rondaba los 16.000, una población bastante superior a la del municipio de Astorga. El proceso de despoblación ha sido continuo en las últimas décadas, y se está acusando más en el norte de la comarca, donde hay ya poblaciones que en el invierno no tienen residentes.

Casa rural tradicional, en Abano

Casa rural tradicional, en Abano

Datos generales de La Cepeda
Embalse de San Vicente, en terrenos de los municipios de Villamejil y Benavides. Imagen de guiarte.com

Embalse de San Vicente, en terrenos de los municipios de Villamejil y Benavides. Imagen de guiarte.com

Chana cerealista en primavera. Monte de Villamejl. Imagen de Guiarte.com

Chana cerealista en primavera. Monte de Villamejl. Imagen de Guiarte.com

Restos de la iglesia románica del monasterio de  San Juan de Montelegre. Guiarte.com

Restos de la iglesia románica del monasterio de San Juan de Montelegre. Guiarte.com

Girasoles en el valle del Tuerto, al norte de Sopeña. Imagen de Guiarte.com

Girasoles en el valle del Tuerto, al norte de Sopeña. Imagen de Guiarte.com

San Feliz de las Lavanderas. Imagen de Guiarte.com

San Feliz de las Lavanderas. Imagen de Guiarte.com

El ruinoso palacio de los Condes de Catres, señores de Valdemagaz, en Benamarías. Imagen de Guiarte.com

El ruinoso palacio de los Condes de Catres, señores de Valdemagaz, en Benamarías. Imagen de Guiarte.com

Procesión de la Semana Santa de Fontoria, con el Cristo de Perales, muy querido por los cepedanos. Imagen de Guiarte.com

Procesión de la Semana Santa de Fontoria, con el Cristo de Perales, muy querido por los cepedanos. Imagen de Guiarte.com

El paisaje de La Cepeda

Una descripción del paisaje de la comarca. Sencillo, rural y natural. Con ámplias vegas de rios, que dan verdor y frescura, montes y prados. Ideal durante la primavera, verano y otoño.

El paisaje es sencillo, entrañable. Los valles permanecen preñados de verdor desde la primavera; huertos de frutales y bosques alternan entre las fincas de patatas, alubias o prados.

En las laderas crecen pinos, castaños y robles, entre lavandas, urces y retamas que tapizan el suelo de colores morados y amarillos.

Jabalíes, zorros, corzos y algunos ciervos son especies que se hallan entre los bosques de la comarca. Ocasionalmente tambien pasan los osos. Diversas águilas, tórtolas, urogallos, sisones, perdices y alcaravanes comparten el espacio aéreo con multitud de aves de ribera. El martín pescador, llamado aquí picalpez, es el rey colorista de los ríos, poblados de escurridizas truchas.

Valle del Rio Tuerto

Valle del Rio Tuerto

Niñas cepedanas, ante Villarmeriel

Niñas cepedanas, ante Villarmeriel

Camino de Villamejil a Revilla, en el oeste del valle del Tuerto. Imagen de Guiarte.com

Camino de Villamejil a Revilla, en el oeste del valle del Tuerto. Imagen de Guiarte.com

Paisaje desde las cimas de la sierra en Quintana del Castilllo. Imagen de Guiarte.com

Paisaje desde las cimas de la sierra en Quintana del Castilllo. Imagen de Guiarte.com

Vestigios de historia en La Cepeda

La comarca cepedana, a pesar de ser pequeña, tiene una interesante historia.

El arte y la historia apenas han dejado sino huellas que hay que escudriñar en el entorno. En los oteros se pueden interpretar los trazados de castros prerromanos, como el ubicado entre Quintana y Revilla(Ayuntamiento de Villamejil), donde se halla el mayor de la zona. También se encuentran numerosos vestigios de las explotaciones auríferas, especialmente en La Veguellina (Ayuntamiento de Quintana del Castillo) y en el entorno de Zacos y Porqueros(Ayuntamiento de Magaz).

La construcción es humilde, de tapial en la Cepeda Baja, y piedra en la Alta. En algunos núcleos de ésta última, como Abano, Castro y San Feliz de las Lavanderas se pueden hallar interesantes casas de una arquitectura rural de piedra con marcada influencia de la montaña leonesa. Muchas de estas edificaciones, por desdicha, caen tras años de abandono.

La repoblación medieval se realizó con gentes venidas de El Bierzo y Asturias, ubicadas en pequeños núcleos repartidos a la orilla de los ríos. Aún quedan algunas iglesias del románico rural, pero no existen edificaciones de alto valor. La más interesante estaba en Montealegre(Ayuntamiento de Villagatón). Era un vigoroso ejemplar románico con unos hermosos ajedrezados. Y digo era porque en el tramo final del siglo XX ha desaparecido casi en su totalidad; han robado las piedras...

Es una muestra más del abandono a que quedó sometida esta tierra tras su integración a la Comunidad Autónoma de Castilla y León, en la que las provincias leonesas han sido totalmente dejadas de lado.

Desde los años cincuenta, el territorio ha perdido gran parte de su población... Los cultivos, sobre todo en el secano, van reduciéndose a medida que pasan los años, y --algo positivo—el bosque primitivo de encinas o robledales reocupa espacios perdidos antaño. Tal vez el abandono esté recreando un paraíso.

La maleza va engullento los restos del maltratado monasterio de San Juan, en Montealegre.

La maleza va engullento los restos del maltratado monasterio de San Juan, en Montealegre.

Material prehistórico cepedano.

Material prehistórico cepedano.

Murallas de la corona del castro astur de Magaz de Cepeda

Murallas de la corona del castro astur de Magaz de Cepeda

Estatua de San Benito. románica, de Villamejil. Imagen de Guiarte.com

Estatua de San Benito. románica, de Villamejil. Imagen de Guiarte.com

Restos del edificio administrativo de la Merindad de la Cepeda, en La Veguellina. Imagen de Guiarte.com

Restos del edificio administrativo de la Merindad de la Cepeda, en La Veguellina. Imagen de Guiarte.com

La Cepeda en el Camino de Santiago

Los caminos de Santiago pasan también por La Cepeda.

Los caminos de Santiago pasan también por La Cepeda.

Acostumbrados a la narración clásica del Código Calixtino, que presenta el itinerario jacobeo por la vía de Rabanal, se olvida muy frecuentemente que los caminos de acceso desde la cuenca del Duero hacia el Bierzo eran varios. Es impropio hablar del Camino de Santiago; mejor habríamos de hablar de los Caminos de Santiago. Pues bien, entre esos caminos algunos pasaban por la comarca de La Cepeda.

LOS CAMINOS ASTURES

La notable población prerromana de nuestro territorio es ostensible. Basta con examinar la profusión de enclaves castreños para darnos cuenta que estamos ante una zona de amplia densidad poblacional. Estamos en una región con actividad económica y enorme interés minero, que despertó por ello las ambiciones de potencias colonizadoras.

Las comunicaciones de la cuenca del Duero con el Bierzo debieron llevarse principalmente a través de Foncebadón y Cerezal. La primera, sería la unión más directa con el corazón berciano, la segunda –por la entrada del norte de los valles del Tuerto, hacia el valle de Tremor- la más fácil, puesto que llega sin apenas subida, por el punto más bajo y estrecho de los montes de León, justamente por donde en el siglo XIX se llevó el trazado férreo.

En tiempos romanos cobró mayor importancia ya la entrada por Manzanal. Según escribió José María Luengo, "tres eran las vías romanas que desde Astorga penetraban en el Bierzo, siendo únicamente una la mencionada por los escritores romanos. Pero esta vía lleva en sí misma la confirmación de que no era la única al llamarse vía nova, lo que significaba que había otras más antiguas que ella, una la de Foncebadón y otra la de Cerezal. La tercera -la Nova- cruzaba los montes entre las dos citadas, por el puerto de Manzanal".

Diversos autores señalan la importancia de esta vía de Cerezal en tiempos romanos, y esa vía continuó siendo un punto crucial de comunicación a través de los Montes de León en la Edad Media, porque cuando el conde Gatón, hermano del rey Ordoño I, inició su gran labor repobladora, avanzó por la Cepeda, desde el Bierzo, a través de la vía de Cerezal

LAS VIAS DE LA PEREGRINACIÓN

Ya en período de peregrinaciones, parece que existían dos vías principales de penetración a Galicia a través de la Cepeda. Una procedía de Santa Marina y Benavides, alcanzaría el valle del tuerno en el entorno de Cogorderos, y avanzaría hacia Cerezal por los valles del Porcos o del Tuerto. Otra vía vendría por Carrizo de la Ribera y cruzaría la Cepeda de este a oeste, para alcanzar Villameca y Villagatón, bajando por la misma puerta berciana de Cerezal.

Uno de los libros medievales más populares relativo al periplo santiagueño, el del monje Hermann Künig Von Vach , quien peregrinó desde Centroeuropa en 1.495, tiene datos que tradicionalmente han sido mal interpretados, y que para el conocedor del territorio cepedano y de sus caminos tienen una claridad meridiana.

Künig aconseja que antes de llegar a Astorga se emprenda un camino a mano derecha para llegar al Bierzo sin pasar montaña alguna. La descripción es bastante precisa. Advierte el monje que desde León se pueden tomar varias opciones: una subir hacia San Salvador (Oviedo), y la otra alternativa es caminar hacia Astorga.

Al llegar a un otero o colina con un crucero el camino se bifurca. Si vas a la Izquierda llegas a Astorga, "pero si sigues mi consejo, gira hacia la derecha aquí y no tendrás que subir las montañas.éstas todas quedan a la izquierda. Mi consejo es evita Rabanal".

Agrega el monje centroeuropeo "esta ruta te llevará pronto a Ponferrada. Pregunta por el camino de sancte Maurin (Santa Marina del Rey) y deja Astorga a tres “melle” a tu izquierda (de 12 a 15 Km). Tu irás a través de un poblado tras otro , hay buena gente aquí, el viaje es seguro y te darán gozosos comida y bebida". Según dice Künig, entraría por una franja que va de Cogorderos a Villamejil o Castrillos, para proseguir desde este punto hacia Cerezal de Tremor.

Hay quien se obstina en creer que Künig fue por el puerto de Manzanal, pero la descripción geográfica, absolutamente precisa, no deja lugar a dudas: antes de llegar a Astorga tomó una vía hacia la derecha, subiría a lo largo del valle del Tuerto o del Porcos para entrar por Cerezal de Tremor, Es el único trayecto sin montaña, con los picos y puertos siempre a la Izquierda.

Frente al trayecto cepedano (prácticamente llano y con las montañas a la izquierda), Manzanal es montuoso y desolado. No se parece en nada a la descripción del viajero.

La existencia de una calzada medieval por la vega del Tuerto se aprecia en las denominaciones de los pagos agrarios y de los caminos. En Villamejil, aún se denomina La Calzada al camino que cruza el pueblo por delante de la vieja herrería, en dirección a Astorga. También en Sueros, Villagatón y otros lugares se utiliza la denominación de La Calzada.

Pero hay otros puntos que muestran el interés peregrino del territorio y que es preciso recordar. Uno de ellos es la existencia de un monasterio de la Orden hospitalaria de San Juan de Jerusalén en el cuesto o cueto de San Bartolo, ubicado en las cercanías de Culebros.

La ubicación de un convento de esta orden en los alrededores de Culebros no deja lugar a dudas del ambiente peregrino de la Cepeda. Pero, además, en Villagatón también hubo monasterio, lo mismo que en Cerezal de Tremor, y en Cogorderos, donde existió existen testimonios epigráficos del Aula Sancti Iacovi.

Junto a la ruta del Tuerto, aconsejada por Künig, la otra vía santiagueña de interés era la que venía desde Carrizo de la Ribera, penetrando transversalmente hacia Culebros, para unirse a la ruta anterior hacia el valle de Tremor.

Gregoria Cavero Domínguez, en Peregrinos e Indigentes en el Bierzo Medieval, insiste en que por la senda de la vieja vía romana de Cerezal llegaban numerosos peregrinos procedentes del este: de León, Burgos, Palencia e incluso Asturias (a través de la Omaña).

La Cepeda en el Camino de Santiago
La Cepeda en el Camino de Santiago
La Cepeda en el Camino de Santiago
La Cepeda en el Camino de Santiago
La Cepeda en el Camino de Santiago
Portada del libro de Hermann Kunig, del siglo XV, en el que describe un itinerario a santiago que cruza la Cepeda. Imagen de Guiarte.com

Portada del libro de Hermann Kunig, del siglo XV, en el que describe un itinerario a santiago que cruza la Cepeda. Imagen de Guiarte.com

Templo parroquial de Santa Marina de Rey. La vía de Kunig pasaba por Santa Marina. Benavides, para entrar en la Cepeda por el entorno de Cogorderos. Imagen de Makeithappen.love

Templo parroquial de Santa Marina de Rey. La vía de Kunig pasaba por Santa Marina. Benavides, para entrar en la Cepeda por el entorno de Cogorderos. Imagen de Makeithappen.love

Ruinas del monasterio de Cerezal, a la orilla del rio Tremor. Un paso peregrino esencial. Imagen de Guiarte.com

Ruinas del monasterio de Cerezal, a la orilla del rio Tremor. Un paso peregrino esencial. Imagen de Guiarte.com

Remanso del tiempo

La Cepeda significa relajo y tranquilidad. Es un lugar idóneo para encontrarse con uno mismo y para disfrutar del ambiente natural.

Todo el territorio es adecuado para relajarse y descansar plácidamente. Las riberas, de frondosa vegetación, invitan al paseo o a la lectura, en un ambiente sonoro de cantos de aves y rumores de agua, ajeno al discurrir del tiempo.

Existen bellas zonas de recreo y camping en Villamejil y Villameca. La parte sur de la comarca está caracterizada por los valles de cultivo y los bosques de ribera, en tanto que la zona norte es más agreste.

Innumerables caminos de tierra o asfalto surcan todo el territorio; son excelentes para caminar o practicar el cicloturismo. En el trayecto, el viajero hallará una naturaleza vigorosa y escasos lugareños, siempre amables.

La cercanía de Astorga permite complementar el tiempo a la hora de hacer la compra, buscar un buen libro, un filme o adquirir el periódico, si es que el visitante no puede sustrarerse de sus hábitos urbanos.

Las urces tapizan en primavera las laderas de los valles cepedanos.

Las urces tapizan en primavera las laderas de los valles cepedanos.

Aguas de Otoño

Aguas de Otoño

Cascada en las cercanías de La Silva. Imagen de Guiarte.com

Cascada en las cercanías de La Silva. Imagen de Guiarte.com

Estallido de la primavera en un huerto de Sopeña. Imagen de Guiarte.com

Estallido de la primavera en un huerto de Sopeña. Imagen de Guiarte.com

© Guiarte.com tiene el Copyright de sus colaboradores - Todos los derechos reservados
Guiarte.com | Quienes somos | Datos legales