Guiarte.com. León, 11/09/2017
El escritor Isidro Cicero acaba de publicar “Virgen del Camino en-clave de misterios” libro en el que ayuda a comprender la que califica de “una obra maestra en el Camino de Santiago”, obra que en su origen desconcertó a la opinión pública, porque su creación obligó a destruir el noble edificio anterior, muy estimado por los leoneses al ser sede de la Virgen patrona de la región, y que se llevó a cabo con una concepción artística rupturista.
De hecho, el edificio sigue hoy impactando al viajero, que queda impresionado por su estructura y – sobre todo- por ese retablo exterior realizado por Josep María Subirachs, el friso de los apóstoles en torno a la Virgen, obra clave del periodo expresionista de este destacado artista catalán.
La Basílica y Santuario de la Virgen del Camino se encuentra en el entorno de la ciudad de León y es un edificio del arquitecto fray Coello de Portugal, realizado merced al apoyo económico Pablo Díez, dueño de una multinacional mexicana y leonés de nacimiento.
Los dominicos, que regentaban el santuario, optaron por sustituir la antigua iglesia –que se quedaba pequeña para los grandes eventos- por un templo racionalista, en el que destaca la sobriedad y la modernidad de sus elementos decorativos, excepto el retablo del siglo XVIII, en medio del cual se halla la estatua de Virgen, que sostiene el cuerpo yacente de su hijo, obra del siglo XVI.
Adjunto al edificio se alza el austero y espectacular campanario de hormigón, de 50 metros de altura, con forma de inmensa cruz.
Para el autor del libro, este templo, casi 60 años después de su construcción, sigue siendo una obra incomprendida para gran parte del público. En medio de la riqueza monumental del Camino, lleno de obras maestras de otros siglos, la basílica es una realización pionera de planteamientos inéditos: “Francisco Coello de Portugal, Josep María Subirachs, Albert Rèfols Casamada y Domingo Iturgáiz aportaron al Camino de Santiago la única contribución de las vanguardias artísticas españolas de mediados del siglo XX, con tanta genialidad creativa como las aportaciones más descollantes de siglos anteriores”
En el libro Cicero reflexiona sobre la simbología que hay en el santuario, construido con unos nuevos postulados artísticos en un mundo en el que lo religioso también experimentaba una profunda renovación espiritual.
El Santuario supone una síntesis entre tradición y contemporaneidad. La basílica racionalista es para Isidro Cicero como “un tetrabrik teológico” lleno de simbolismos. “Coello y sus colaboradores consiguieron crear en su interior un ámbito hondamente espiritual de una belleza sencilla y casi inefable cuyo centro es la Virgen del Camino en su antiguo retablo”.
El autor del libro es un veterano escritor, periodista y sociólogo cántabro, que precisamente inició su educación en el colegio de los dominicos de la Virgen del Camino en los años inaugurales del Santuario. Autor con más de tres décadas dedicadas a la información y con responsabilidades en gabinetes de prensa institucionales. Algunos de sus libros, como Los que se echaron al monte, El Cariñoso, Vindio…, han alcanzado una notable difusión.
El libro que presenta ahora es un trabajo de 200 páginas ilustradas con fotografías de todos los rincones del Santuario, de Pablo Hojas, Javier del Vigo, Jesús Herrero y Antonio Barreñada. La portada y otras composiciones plásticas son obra del ilustrador Jesús Herrero Marcos. El diseño global y la maquetación corrió a cargo del periodista Lalo F. Mayo.
Este texto aparece también en otras tres versiones, inglés, francés y catalán a cargo de tres jóvenes filólogas especialistas en las distintas lenguas. Eva Lama, Carolina Carrizo y Eva María González.
Basílica de la Virgen del Camino. Detalle de vidriera. Imagen de Pablo Hojas
Basílica de la Virgen del Camino. Fachada principal. Imagen de Javier del Vigo
Portada del libro de Isidro Cicero sobre la Virgen del Camino