Tomás Alvarez. Guiarte.com. 22/01/2019
Curiosamente, con el paso de los tiempos, la iconografía del apóstol Santiago perdió sus referencias originales como el libro o el rollo, elemento iconográfico que lo identificaría como apóstol. Pero… ¿Cuándo empezó la suplantación de estos símbolos?
Santa Marta, cerca de Benavente, posee una iglesia románica “emparentada” estilísticamente con San Isidoro de León. En su portada aparece una imagen del apóstol Santiago que aúna a su calidad y belleza artística el hecho de ser la primera representación del Apóstol con iconografía peregrina: con el zurrón, el bordón, la capa y la concha. Esta singularidad ha hecho que la escultura sea una de las más populares del Camino de Santiago, y figure en una amplísima bibliografía.
Sin embargo, la escultura está padeciendo un grave proceso de deterioro, del que se hace eco la revista jacobea “El camino sanabrés”, donde se afirma “Esta obra singular y única, se encuentra en peligro y si no se toman medidas de forma urgente, en un corto espacio de tiempo va a desaparecer, quedará convertida en un montón de piedras y dejará de ser ese icono que los peregrinos buscan en su Camino, desde el mismo momento que comienzan su peregrinación en el sur de la península”
Según la revista, el obispado de Astorga, la Asociación Zamorana de los Caminos de Santiago y el Centro de Estudios Benaventanos Ledo del Pozo han expuesto la gravedad de la situación, pero no se hace nada para proteger la imagen. “Hace unos meses –Dice la revista en su editorial- detectamos media docena de orificios de insectos que estaban anidando en el interior de la estatua, se pueden apreciar los restos que han ido extrayendo para hacer sus nidos y estas oquedades irán acumulando agua y las bajas temperaturas se irán encargando de hacer su trabajo de destrucción. Las asociaciones de los diferentes Caminos Históricos y Tradicionales de Castilla y León, se han sumado a esta alerta y han avalado un escrito para que se tomen medidas de una vez, antes que la situación sea irreversible”
Fernando Regueras, presidente del Centro de Estudios Benaventanos Ledo del Pozo, escribe un artículo en este número de la revista, en el que pide que esta obra de arte icónica no termine siendo un venerable escombro.
La riqueza artística de Santa Marta deriva del hecho de que en la localidad existió un monasterio importante desde el siglo X y los obispos de Astorga tuvieron un palacio residencial desde la Edad Media: todo ello facilitó que notables maestros del románico acabaran trabajando en las obras, que han sufrido diversas modificaciones a lo largo del tiempo. Una de ellas, ha sido la recolocación –en el siglo XX- de la imagen santiagueña. Que ha sido puesta en un punto donde tiene menor protección ante los rigores atmosféricos.
El firmante propone directamente que ponga la estatua original a buen recaudo, en el interior, dejando una réplica en el exterior. Esto no sólo refuerza el cuidado de la obra románica original sino que incrementará el interés museográfico de este enclave, de elevado valor histórico y artístico.
“Tenemos – dice Fernando Regueras - un ambiente disponible en el actual museo, la vieja sacristía, simétrica a la cabecera donde, cada vez con mayor expectación, se desarrolla el fenómeno esotérico de la luz equinoccial. Allí, centrando dicho espacio, y abierto a la nave de su iglesia, encontraría Santiago una ubicación perfecta que valorase su singularidad iconográfica y artística en cadencia especular con el presbiterio(…) Allí, perimetralmente, podría desplegarse un pequeño discurso museográfico sobre el alcance del santo peregrino del Tera, escoltado por las imágenes secundarias de Judas y Juan y algunos otros restos conservados”.
Santiago Peregrino de Santa Marta de Tera, una imagen icónica jacobea, en peligro. Imagen de "El Camino Sanabrés"
La acción combinada de agentes meteorologicos e insectos va destrozando la extraordinaria obra del Santiago Peregrino de Santa Marta. Imagen de El Camino Sanabrés
Detalle de la portada de la iglesia de Santa Marta de Tera. Imagen de El Camino Sanabrés