La ciudad episcopal
La catedral de Le Puy en Velay es una de las más sorprendentes de Francia, no tanto por su estructura o colorido, sino por su ubicación.
Se cuenta que a raíz de las apariciones de la Virgen María en esta aguja de Anis(Rocher Corneille), se hizo una primera basílica que pronto quedó pequeña para las multitudes fervientes. Cuando en el siglo XII se procedió a la última gran ampliación, hubo que prolongar el templo hacia el oeste. El problema era que –ubicado en una aguja de basalto- no había espacio para ampliar el templo. La solución fue original. Se amplió hacia occidente, pero manteniendo la ampliación sobre una estructura de arcadas.
En consecuencia, la entrada al templo no se efectúa por la propia fachada sino por debajo del edificio, mediante unas amplias escalinatas que desde la propia Rue des Tables, llegan al centro de la catedral.
La obra consta de tres naves, es románica y con claras influencias árabes y bizantinas. Es estudiada en los manuales de arte porque su bóveda no es corrida sino formada por una sucesión de cúpulas orientalizantes.
Entre otros elementos de interés hay que destacar también los frescos románicos en el bazo izquierdo del transepto.
A la derecha del transepto esta la entrada du For, también denominada Puerta Papal, del XII. Al otro lado esta la entrada de San Juan, entrada que correspondía a los reyes. Enfrente está el batisterio de San Juan, del siglo X, cargado de sabor histórico. En la puerta vigilan dos viejos leones de piedra.
En esta zona episcopal es conveniente ver también el claustro catedralicio, de varias épocas, aunque básicamente románico.
Otros elementos de interés son: La capilla de los penitentes, con portada renacentista y obra artística en el interior de los siglos XVII y XVIII; el edificio des Mâchicoulis, con la capilla de las reliquias, etc.