Guía de Peñíscola
Qué ver en Peñíscola, olor de azahar
Visitas y monumentos y otras cosas que hay que ver en Peñíscola, olor de azahar
El castillo de Peñíscola
Recintos defensivos
La Virgen del Socorro
Otros atractivos del Casco Viejo
El entorno
Información general de Peñíscola, olor de azahar
Información de interés acerca de Peñíscola, olor de azahar
Guía de Peñíscola, en la provincia de Castellón. Peñíscola fue una fortaleza rodeada de mar, residencia papal desde 1411 a 1423. Hoy es una de las más atractivas pequeñas ciudades del mediterráneo español, aunque el turismo masivo le ha quitado en parte su aura.
Una guía con texto y fotos de Miguel Moreno
Localizador Peñíscola
Información general de Peñíscola, olor de azahar
Información de interés acerca de Peñíscola, olor de azahar
Olor de azahar
La mediterránea Costa del Azahar toma su nombre, según la tradición, del olor que desprendió en Peñíscola el cadáver del Papa Benedicto XIII, cuando fue exhumado para su traslado a Aragón.
En realidad, el Papa cismático continúa impregnando la historia, la leyenda e incluso el callejero de Peñíscola, en Castellón; pero el lugar merece mejor suerte, porque su belleza y su pasado desbordan la repetitiva peripecia de un pontífice a quien todo el mundo volvió la espalda.
Peñíscola recuerda en primer lugar, por sus características geomorfológicas, un asentamiento colonizador griego, tal vez fenicio. La isla está unida por un tómbolo de arena al continente, y resulta ser un bastión fácilmente defendible en ausencia de artillería. Con una gestión inteligente del agua de lluvia, el lugar se convierte en un apetecible castillo que, a lo largo de los siglos, se ha ido llenando de murallas, casas encaladas, callejas empinadas y gentes sin prisas que disfrutan de un suave clima.
La ciudad, vista desde el mar. Imagen de Miguel Moreno
Invasión del turismo
Las cosas han cambiado últimamente, y Peñíscola debe acompasar su tranquilo devenir al bullicio veraniego de los turistas y a la trotona -bailona más bien- presencia de la tercera edad durante los meses de invierno.
Lo que era una isla de remanso, arquitectura y fuerza, se ha convertido en un montículo más, con el que compiten las urbanizaciones de las laderas de los acantilados próximos.
Hace pocos años, la playa del norte era una interminable sucesión de arena a la que daban vista miles de huertas. Hoy en día son millares los hoteles y apartamentos que acosan el paseo marítimo. Pero hay sitio para todos.
Peñíscola ha sido devorada por el turismo. Aúbn así, merece la pena acudir al lugar, recorrer las calles, tomar arroz, descansar en el bullicio y aprovechar los días frescos para recorrer los senderos de Irta, al sur de la Playa de Santa Lucía.
Las murallas encorsetan el cerro sobre el que se asienta el castillo y el casco viejo. Imagen de Miguel Moreno
Direcciones de interés
Direcciones de interés de Peñíscola, olor de azahar
DIRECCIONES Y TELЙFONOS:
Ayuntamiento. Plaza de la Constitución. Teléfono 964 480 050.
Castillo de Peñíscola. Teléfono: 964 480 021
Museo de la Mar. C/ Príncipe s/n. Teléfono: 964 481 603
Oficina de Turismo. Paseo Marítimo. Teléfono: 964 480 208
Ocio y Gastronomía
Información relativa a las ofertas de ocio y gastronomía en Peñíscola.
Las fiestas mayores del lugar se celebran en septiembre, en honor de la patrona de la localidad, Virgen de la Ermitana. La máxima expresión de estas fiestas son las danzas, de tradición secular. Como lugar con puerto pesquero, la cocina local está orientada al sabor marítimo. Son platos recomendados: el "suquet de peix", los "All-i-Pebre", así como los mariscos en general y los platos regionales, de arroz, principalmente.
La ciudad tiene actividades culturales diversas. Imagen de Miguel Moreno