Por Tomás Alvarez
Zamora, 20 de junio de 2000
Allá en Zamora se ve la España que se va. En su mercado se asiste al más curioso museo de trajes populares a que puede asistirse en España. Allí concurren campesinos y campesinas de tierras de Sayago, Aliste, Alcañices, Sanabria, etc., cada uno con sus típicos y pintorescos trajes
Miguel de Unamuno escribía esto en Salamanca, en 1906, añadiendo: …Y todos estos trajes, todas estas prendas, amén de multitud de objetos y enseres de formas curiosas, van perdiéndose sin que se recojan en un museo etnográfico nacional, como se hace en otros países que, más cuidadosos de su progreso, lo son también de sus tradiciones. Aquí parece que no nos interesa saber cómo vistieron nuestros abuelos, parte importante para saber cómo vivieron. ¿Pero nos interesa algo de verdad?.
La cita viene absolutamente cuento en la edición de un libro fundamental para conocer esos tesoros etnográficos de los que se maravilló Unamuno. El Instituto de Estudios Zamoranos, Florian de Ocampo; la Diputación de Zamora, y Caja España han editado un notable volumen titulado La indumentaria tradicional en Aliste, con magnífica fotografía, y textos y dibujos de Gustavo Cotera: obra que se constituye, por si misma, como un auténtico museo, una asombrosa revelación de riqueza de la cultura popular.
El autor narra en el prólogo la riqueza etnográfica de esta comarca ubicada en el centro-noroeste de la provincia de Zamora, tierra de media montaña, de granitos y pizarrales, con aldeas de humildes casas de piedra, suplantadas veces por pegotes modernos de gentes con más dinero que cultura.
En esta tierra, menguada por la despoblación, Gustavo Cotera se encontró con unas gentes cargadas de afabilidad y una gran riqueza de tradiciones, costumbres y trajes. Son tesoros de la vestimenta tradicional que se enlazan con siglos y aún milenios anteriores. El mismo Gómez Moreno, cuando andaba por la zona buscando arte hace más o menos cien años escribió que los trajes de los de Aliste van por Felipe II.
Gustavo Cotera hace un repaso de la indumentaria de la mujer alisteña: el tocado, las prendas de busto, justillos, sayos, jubones, mangas, ceñideros, mantillas, manteos, sayas, mandiles, etc. Mención especial merece el calzado y las joyas, entre las que destacan las tablillas, una especie de patenas de plata, discos orlados en cuyo interior figura un dibujo de tema religioso o geométrico, y que se llevan colgando ante el pecho.
Estas patenas –según el autor del informe- entroncan con la afición a los exagerados colganderos que exhibían las mujeres en la antigüedad, a juzgar por imágenes como la dama de Baza. Repasa también que hasta en los inventarios de Isabel la Católica se mencionan varias patenas de plata esmaltada, y que en otros textos se afirma que las serranas españolas del Siglo de Oro las portaban.
Entre las joyas, abundan informaciones e imágenes sobre pendientes, arcaicas arracadas, avellanas, corales, etc., así como motivaciones mágicas o religiosas del uso de las mismas.
Similar atención dedica el autor a las ropas masculinas, a los niños y las de los danzantes. El amplio informe revisa finalmente la situación y existencias actuales en materia de vestimenta y ropa tradicional y finaliza con referencias a actividades vinculadas a la vestimenta, desde las labores del lino y la lana, los tintes, el batanado y los cuidados de la ropa.
Es llamativa, asimismo, la transcripción de los diálogos mantenidos con los naturales del territorio, en los que el investigador ha mantenido una científica actitud: transcribir lo que dijeron, sin correcciones ni cultismos, de donde se encuentra el lector con la sorpresa de un amplio vocabulario de la vieja lengua leonesa, otro tesoro aún vivo.
Las instituciones patrocinadoras del informe tienen en proyecto realizar otra obra similar en torno a la indumentaria tradicional en las tierras de Sayago.
Joven alisteña con vestimentas tradicionales.
Joyas de uso tradicional en Aliste.