París, 20 de agosto de 2013
Recientemente se ha dado cuenta en los medios informativos de los disturbios sangrientos en este país, así como el saqueo del Museo Nacional Malawi de la ciudad de Minya, en el Alto Egipto y la destrucción de varios edificios religiosos, tanto iglesias como mezquitas, en el Alto Egipto, Fayum y El Cairo.
La directora de la UNESCO declaró que condena enérgicamente “los ataques contra las instituciones culturales y el saqueo de bienes culturales (...…) porque es un daño irreversible a la historia y la identidad del pueblo egipcio".
Irina Bokova instó a las autoridades egipcias que garanticen la protección y la integridad de los museos, sitios históricos y monumentos, entre ellos religiosos. También pidió a las autoridades egipcias que controlen el tráfico de bienes robados como los del Museo Nacional de Malawi.
La responsable de la UNESCO recordó que la organización está dispuesta a prestar asistencia técnica en esta esfera y a movilizar a las organizaciones asociadas a la Convención de 1970 contra el tráfico ilícito de bienes culturales, incluidas ICOM, ICOMOS, INTERPOL y la Organización Mundial de Aduanas.
"El patrimonio cultural único de Egipto no es sólo una herencia del pasado, lo que refleja su historia rica y diversa; también es un legado para las generaciones futuras y su destrucción socava los cimientos de la sociedad egipcia" dijo Irina Bokova.
Los conflictos religiosos, sociales y bélicos siempre son aprovechados por gentes sin escrúpulos para el saqueo del arte. La guerra de Irak, los conflictos de Siria o Mali nos han dado ejemplos deplorables en este sentido. Se destruye y se roba. El tráfico ilícito de bienes culturales ocupa el tercer lugar entre las actividades criminales mundiales tras el tráfico de drogas y el de armas, según fuentes de la UNESCO.
Egipto tiene un patrimonio incomparable, que es necesario preservar. Imagen Hernán Diego García/guiarte.com