Por Moncho Trigo
Santiago, julio de 2007.
"Europa se hizo peregrinando a Compostela" (Goethe)
Tras el reconocimiento en el año 1987 por el Consejo de Europa del Camino de Santiago como "primer itinerario cultural europeo", al que en 1993 la UNESCO reconoce también como "Patrimonio de la Humanidad". Daría comienzo el resurgir del Camino, la afluencia de peregrinos va aumentando año tras año, convirtiéndose en la vía más antigua, insólita, legendaria y más frecuentada.
Pero en este país la conservación del patrimonio es una asignatura pendiente, a pesar de las leyes de protección, las agresiones a la ruta jacobea han sido continuas y cometidas con total impunidad. En los últimos 10 años se han cometido los peores daños a esta ruta milenaria, daños que serán irreversibles.
Desde los Pirineos hasta la misma ciudad de Compostela es fácil comprobar las agresiones urbanísticas sobre el Camino de Santiago. No se han respetado las delimitaciones de sus trazados, ni sus entornos medio ambientales, ni el impacto visual o estético de las nuevas construcciones.
Las leyes de protección no se tienen en cuenta ni a la hora de los estudios previos, ni en la tramitación de los proyectos, ni tampoco hay conciencia del patrimonio que representa el Camino de Santiago. Así en los últimos 10 años, la construcción de autovías, urbanizaciones, campos de golf y polígonos industriales, ha supuesto el daño más grande e irrecuperable de toda su historia.
Para colmo, si ya en su día la construcción del aeropuerto de Labacolla sepultó el trazado histórico, la destrucción de la llegada a Santiago se remató con la atrocidad de las circunvalaciones y del Monte del Gozo. Ahora, en el siglo XXI, nuevamente se consumará otro atropello con la autovía Lugo-Santiago.
Y por si esto fuera poco, a las puertas de Compostela, el proyecto de un polígono industrial de un millón de metros cuadrados, en su primera fase, amenaza con sepultar el Camino en un maremagnun de hormigón y naves industriales. Un Camino protegido por unas leyes que no ponen remedio, y que se demuestran absolutamente ineficaces para evitar los atentados urbanísticos contra un patrimonio de todos y un legado para futuras generaciones.
En la Asociación Galega de Amigos del Camino de Santiago No estamos contra el progreso, pero SI entendemos que es el progreso el que se tiene que adaptar al patrimonio como a las leyes que lo protegen, y no al contrario.
En la actualidad mantemos un contencioso en la Audiencia Nacional contra la Autovía Lugo-Santiago, y en estos momentos estamos enteramente movilizados en contra de la contrucción del Polígono Industrial sobre la ruta jacobea en el ayuntamiento de O Pino.
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