Guía de Miranda do Douro
Qué Ver en Miranda do Douro
Museos, la catedral, el castillo, las murallas... Miranda del Duero tiene mucho atractivo para el visitante.
Otras iglesias
Las murallas
El Castillo
El Museo
El Duero
Información General de Miranda do Douro
Miranda del Duero, Miranda do Douro, es una ciudad pequeña, tranquila y bien cuidada, situada en un magnífico marco geográfico.
Vigilando el paso del Duero desde sus altivos acantilados, Miranda del Duero, Miranda do Douro, es una ciudad pequeña, tranquila y bien cuidada, situada en un magnífico marco geográfico, todo lo cual hace la visita muy recomendable.
Una guía de esta pequeña ciudad fronteriza, con textos y fotografías de Tomás Álvarez.
Información General de Miranda do Douro
Miranda del Duero, Miranda do Douro, es una ciudad pequeña, tranquila y bien cuidada, situada en un magnífico marco geográfico.
La ciudad
El término de esta municipalidad, dependiente del distrito de Braganza, alberga a unos 7.000 habitantes, de los cuales menos de la mitad habitan en lo que es el casco urbano de Miranda.
El municipio se extiende a la vera occidental del Duero, cuya corriente limita a los territorios de España y Portugal.
Es esta frontera –como casi todas- un azar de la historia, como lo demuestra el hecho de que el lenguaje de los habitantes de la zona, el mirandés, esté íntimamente vinculado al leonés. El hecho es que en la constitución portuguesa se reconoce a esta lengua como una de las oficiales del país. Su existencia se vincula directamente a la historia de la región y a sus territorios vecinos, como la bella comarca zamorana de Aliste.
“Miranda –escribe Martínez Reñones en su libro La Raya- es para muchos asturleoneses la hermana de allende la frontera. En Miranda y su tierra pervive el ancestro astur. La administración romana católica que se ejercía desde Astorga y el modelo repoblador y foral del Reino de León”
Si el territorio es bello –forma parte de un Parque Nacional- la ciudad es coqueta y está bien cuidada. Su piedra refulge en las murallas, en los restos del castillo, las iglesias y aún en las bellas casas –blasonadas o no- que exhiben el poderío roqueño del granito.
Esa armonía basada en el granito se percibe perfectamente en sus calles y plazas, cuidadosamente empedradas, lo que otorga a Miranda una calidad que bien harían en imitar las localidades españolas del otro lado de la frontera.
Es ciudad propicia para la compra, lo que se percibe en sus abundantes comercios a los que afluyen numerosos españoles; es también una excelente ciudad para la gastronomía… Y todo ello se traduce en una vida económica muy por encima de la que le correspondería a un lugar de pocos habitantes.
Jardines existentes tras la Catedral, donde se junta la belleza floral con los restos del Palacio Episcopal. Imagen de guiarte.com
Desde el Duero, sobre los roquedos, emergen las torres de la catedral de Miranda. Imagen de guiarte.com
La historia
Esta ciudad ha estado vinculada históricamente al mundo asturleonés, lo que le dio una identidad cultural que pervive en aspectos como su lengua y costumbres, entre ellas las danzas del paloteo, típicas en todo el reino de León.
Esta ciudad ha estado vinculada históricamente al territorio astur, a la diócesis de Astorga y al reino de León, lo que le dio una identidad cultural que pervive en aspectos como su lengua y costumbres, entre ellas las danzas del paloteo, tan típicas en todo el reino de León.
Tras su paso por dominio de suevos y árabes, la población fue reconquistada por los reyes asturleoneses, hasta que las ambiciones nobiliarias originaron la separación política del condado portugués.
En el siglo XVI, Miranda pasó a ser sede episcopal, aunque en el final del XVIII este episcopado se unió al de Braganza, donde ahora reside el obispo. Sin embargo, tradicionalmente esa dualidad y rivalidad religiosa ha pervivido entre ambas ciudades, de forma que aún se dice que la catedral está en Miranda y en Braganza la sacristía.
El abandono de la sede episcopal de Miranda por los obispos se produjo después de que una explosión hiciese saltar por los aires las dependencias del castillo y matase gran parte de los habitantes de la ciudad; una ruina demográfica y económica.
Aquella catástrofe se originó por la ignición de una inmensa cantidad de dinamita almacenada en la fortaleza, lo que motivó el asolamiento de las edificaciones del entorno y la perdida de 400 vidas humanas. Todo ocurrió en 1762, en el contexto de la llamada “Guerra de los Siete Años”.
Tras el hundimiento económico y social derivado de aquel conflicto, Miranda ha podido retornar a un cierto florecimiento, a partir de la apertura de la frontera, con un la carretera que la une a Zamora y que pasa sobre la cima de la presa hidroeléctrica que corta el profundo valle del Duero.
Restos del Palacio Episcopal, tras la catedral de Miranda do Douro. Imagen de guiarte.com
Los muros del Castillo muestran las heridas de la explosión que lo destrozó durante la Guerra de los Siete Años. Imagen de guiarte.com
Ocio y gastronomía
Ocio y gastronomía en la ciudad de Miranda do Douro, Miranda del Duero.
Miranda es una tierra de gran atractivo, y por ello acuden al lugar de forma habitual muchos viajeros, tanto de Portugal como, sobre todo, de España.
Ese flujo de visitantes da vida a los negocios del lugar, empezando por los restaurantes, que tienen auténticas colas de clientes a la puerta durante los días festivos.
¿Que se puede comer? Pues, desde los mil sabrosos bacalaos hasta la posta mirandesa, chuletón de excelente ternera braseado y ricamente guarnecido… y eso sin olvidar el cordero asado o los magníficos embutidos de raigambre galaicoleonesa.
Como ciudad de raíz clerical, los dulces no tienen mala pinta…
Restaurantes; pues de diverso nivel económico y siempre con calidades que van de lo razonable a lo elevado: el Mirandés, Planalto, Santa Catarina, San Pedro o Balbina, son algunos de ellos.
Para dormir hay también de todo, desde el Estalagem Santa Catarina hasta refugio juvenil, pasando por hostales y pensiones de diversos niveles económicos.
Todo está bien para el gozo de un turismo abundante, especialmente en el verano y los fines de semana.
Mucha gente acude a Miranda también para comprar. Se ve a los compradores por los aledaños de la calle del Mercado con grandes bolsas, en las que portan mantas, toallas… Es la zona más comercial de la ciudad
Lo más habitual para llevarse, aparte de la ropa, es algún objeto de metal o decorativo… pero también pueden apetecer otras cosas, como los embutidos.
Dentro de las festividades del lugar hay un espacio destacado para las danzas del paloteo, otra reminiscencia del folclore ibérico que cada vez es más raro encontrar, y que se practica aún en diversos lugares que en el medievo correspondían al amplio Reino de León, desde Galicia o Cantabria a Extremadura.
Los pauliteiros de Miranda aún exhiben su danza en fiestas estivales, para gozo de los amantes de la antropología y la cultura en general.
A la vera del embarcadero se ofrece un espectáculo con rapaces, y en el que se invita a participar a los visitantes. Imagen de guiarte.com
Esa agradable el paseo por una ciudad llena de sabor. En la imagen, la Rua da Costanilha. Imagen de guiarte.com
Direcciones de interés
Direcciones de interés para el visitante de Miranda do Douro, Miranda del Duero.
Ayuntamiento: Plaza Dom João III 5210, Portugal. 273 430 020.
http://www.cm-mdouro.pt/
Turismo: Puesto en la rotonda ajardinada que divide la ciudad vieja y la zona nueva, de la calle del Mercado
Museo de la Tierra de Miranda: Plaza D. João III, 2 5210-190 Miranda do Douro.
http://www.ipmuseus.pt/pt-PT/museus_palacios/ContentDetail.aspx?id=1101
Edificio de la municipalidad de Miranda do Douro, en la plaza de João III. Imagen de guiarte.com