París, 22 de enero de 2016
El convento, ya en precaria situación tras la guerra de Irak, fue arrasado después de que las fuerzas del Estado Islámico, conquistaran la zona de Mosul, en 2014, aunque el hecho terrorista no se confirmó hasta ahora.
El monasterio Deir Mar Elia recibe su nombre del monje cristiano San Elías, que lo erigió entre los años 582 y 590 de nuestra era. Durante siglos fue un sitio sagrado para los cristianos de Iraq y un lugar importante para la comunidad católica de Oriente Medio. Además, daba testimonio de la diversidad religiosa en la región, donde durante siglos convivieron poblaciones de diferentes confesiones.
Según informa la UNESCO, a principios de los años 2000 la población cristiana de Irak era de 1,3 millones de personas; hoy son unas 300.000.
El centro se había cerrado en 1743, después de que 150 de sus monjes fueran masacrados por el líder persa Tahmaz Nadir Shah, por no convertirse al islam. Sus ruinas continuaron siendo un foco de atracción para los cristianos. 
En el siglo XX recibió algunas atenciones de restauración, aunque sufrió daños en 2003 durante la guerra de Irak. Se cree que la destrucción que se muestra ahora por las fotos satelitales fue realizada entre agosto y septiembre de 2014, aunque el daño sólo se confirmó en este mes de enero comparando las imágenes satelitales.
La directora General de la UNESCO, Irina Bokova, ha expresado su tristeza y preocupación tras la destrucción. “Era –dijo- el monasterio cristiano más antiguo de Iraq y un valioso testimonio de la rica diversidad cultural y religiosa del país. Ese monasterio fue lugar de culto y meditación durante 1.400 años y su existencia era algo aceptado por gente de todas las confesiones. Su destrucción es un nuevo ataque violento contra el pueblo iraquí; confirma que la población cristiana es objeto de crímenes contra la humanidad, y la amplitud que alcanza la limpieza cultural en curso en Iraq”.
“El cristianismo nació en Oriente Medio y es parte integrante de la historia de Iraq y del pueblo iraquí. Esta destrucción deliberada es un crimen de guerra que no debe permanecer impune. Recuerda también que los extremistas tienen miedo de la historia, porque conocer el pasado borra los pretextos de los que se sirven para justificar sus crímenes”, afirmó la responsable de la UNESCO.
Irina Bokova anunció que esta organización cultural sigue dispuesta a “proteger el patrimonio de Irak y a dirigir la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales, que contribuye directamente a la financiación del terrorismo”.
Imágenes del monasterio en 2005. Fuente Wikipedia
Imágenes anterior y posterior de la destrucción del monasterio de San Elías, cerca de Mosul, Irak, tomadas por satélite. Fuente UNITAR-UNOSAT/UNESCO