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CÉZANNE site/non-site

El Museo Thyssen Bornemisza de Madrid dedica una muestra a una figura fundamental en la pintura de la segunda mitad del siglo XIX, Paul Cézanne, uno de los grandes del arte moderno.

Madrid, 5 de febrero de 2014
Esta muestra (la primera monográfica sobre el artista organizada en España en los últimos treinta años), explora la relación entre dos géneros que el pintor frecuentó con la misma pasión: los paisajes y las naturalezas muertas.

Al igual que los impresionistas, Paul Cézanne (1839-1906) pinta sus paisajes al aire libre, sin embargo sus obras carecen de estaciones y horas del día, y los motivos de la naturaleza están colocados en una suerte de puesta en escena. De manera inversa, el pintor francés incorpora en sus bodegones los cambios y tensiones propios de la naturaleza, y los objetos que tradicionalmente transmiten estabilidad se apoyan los unos en los otros en un equilibrio precario.

En 1969, el artista Robert Smithson propuso una nueva interpretación de la obra de Cézanne. Para Smithson, la pintura de Cézanne había sido tergiversada por los cubistas, reduciéndola a un juego de formas casi abstracto. Frente a esa simplificación formalista, Smithson subrayaba la necesidad de recobrar la referencia física en la obra del pintor; su fuerte vinculación con ciertos lugares del territorio provenzal.

El subtítulo de la exposición, site/non-site, evoca la dialéctica entre el trabajo al aire libre y el estudio. Esta dialéctica se refleja a su vez en la íntima conexión y relación entre paisaje y naturaleza muerta. En la obra de Cézanne, el paisaje es el género dominante, identificado con la práctica de la pintura al aire libre. Pero, a diferencia de los impresionistas, Cézanne otorga también una importancia decisiva a un género propio del taller: la naturaleza muerta.

La muestra incluye 58 pinturas del artista (49 óleos y 9 acuarelas), procedentes de museos y colecciones privadas de todo el mundo, muchas de ellas inéditas en España. Se exponen junto a 9 obras de otros artistas como Pissarro, Gauguin, Bernard, Derain, Braque, Dufy y Lhote.

La exposición se estructura en cinco secciones centradas en los principales géneros que trató el artista: Retrato de un desconocido, La curva del camino, Desnudos y árboles, El fantasma de la Sainte-Victorie y Juego de construcciones.

Retrato de un desconocido
Una sección que cuenta con un solo cuadro: Retrato de un campesino, uno de los últimos lienzos en que trabajó Cézanne antes de su muerte.

El hombre, de identidad desconocida, no tiene rostro. Su cara ha quedado sin definir. ¿Es un verdadero retrato o es que la identidad individual del personaje no importa?. Paul Cézanne solía posar a veces él mismo ante el espejo cuando le faltaba uno de sus modelos. ¿Se trata de un autorretrato indirecto?.

La curva del camino
Cézanne fue un caminante incansable, cada día salía al campo a buscar motivos para su pintura. Hasta sus últimos años recorría a pie los campos de los alrededores de Aix, escalando a veces la montaña Saint Victorie con la mochila a su espalda. Odiaba las carreteras modernas, prefería los viejos caminos, que se adaptan al paisaje.

La curva del camino se trata de un motivo que los paisajistas utilizan tradicionalmente para atraer la mirada hacia el interior del cuadro. En el espacio pictórico de Cézanne esa entrada se frustra con el bloqueo de árboles, rocas o por la misma topografía. Sus caminos no van a ninguna parte, incluso con el horizonte visible, el plano del fondo produce el efecto de una pantalla, como si el pintor sometiera a la estructura cúbica sus impresiones del aire libre, simbolizando el control racional del sujeto sobre la naturaleza.

Desnudos y árboles
Los cuadros de bañistas que el pintor realizaría a lo largo de más de treinta años forman la única parte de su obra que no está ejecutada ni concebida a partir del natural.

Esta sección relaciona sus pinturas de bañistas con los paisajes pintados en el Jas de Bouffan, la casa de campo de la familia Cézanne. Unos paisajes dominados por castaños alineados.

Tras contemplar los cuadros de bañistas, estos paisajes arbolados se ven extrañamente deshabitados, como un decorado en el que faltan los actores.

En las escenas de bañistas, los árboles adquieren un valor casi antropomórfico, se combinan íntimamente con las figuras humanas, que se recuestan sobre un árbol o se esconden tras otro.

El fantasma de la Sainte-Victorie
En las naturalezas muertas de Cézanne podemos encontrar vestigios del encuentro con la naturaleza al aire libre. Sus bodegones están llenos de ecos de sus paisajes, como un mantel ahuecado, que evoca la silueta familiar de la montaña Sainte-Victorie.

En El aparador, 1877-1879, el paño blanco sugiere un paisaje montañoso, con las frutas alojadas en sus valles.

Manteles y cortinas cubren la mesa y las paredes del estudio, hasta ocultar las coordenadas del espacio interior bajo la orografía de un paisaje.

Pero las sugerencias paisajísticas no se limitan a esas similitudes, cuatro de sus naturalezas muertas se centran en un cántaro de gres, un equivalente de la montaña, que nunca deja de ser el centro de la composición. Un objeto sencillo, de vientre redondo, una forma madre en torno a la cual gravitan las cosas.

Juego de construcciones
Los cuadros de paisajes de Cézanne tratan de imponer un orden típico de los temas pintados en el estudio, pero llevados al espacio exterior.

Las naturalezas muertas se caracterizan por su visión táctil, plana, cercana... su ideal es el objeto aislado, de límites bien definidos. La manera más directa de alcanzar ese efecto en un paisaje es recurriendo a la arquitectura. Por eso buena parte de los paisajes de marurez del artista son paisajes construidos.

Retrato de un campesino, 1905-1906. Paul Cézanne

Retrato de un campesino, 1905-1906. Paul Cézanne

La curva del camino en Montgeroult, 1898. Paul Cézanne

La curva del camino en Montgeroult, 1898. Paul Cézanne

Bañistas, 1880. Paul Cézanne

Bañistas, 1880. Paul Cézanne

El aparador, 1877-1879. Paul Cézanne

El aparador, 1877-1879. Paul Cézanne

Botella, garrafa, jarro y limones, 1902-1906. Paul Cézanne

Botella, garrafa, jarro y limones, 1902-1906. Paul Cézanne

El pueblo de Gardanne, 1886. Paul Cézanne

El pueblo de Gardanne, 1886. Paul Cézanne

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