El templo romano de Évora
Tradicionalmente se le identifica como Templo de Diana, aunque esa dedicación es pura invención. Lo más probable es que fuese un lugar de culto imperial.
Se halla en medio de lo que era en foro de la ciudad, en la cima de la colina en la que se asentaba la urbe romana. Fue construido en el siglo I y parcialmente destruido en las invasiones de los pueblos germánicos.
Sobre un podio relativamente conservado, de quince por veinticinco metros y una altura de algo más de tres, se presentan las columnas coronadas por capiteles corintios.
La relativa conservación de estos elementos fue posible porque quedaron incrustados en un edificio medieval. Esa estructura medieval se demolió en el final del siglo XIX y afortunadamente se reconstruyó en parte el antiguo monumento, del que falta la escalinata y el pórtico hexástilo.
El material empleado para las columnas es mármol de Estremoz.
El conjunto, en medio de una explanada a la que se asoman edificios medievales y renacentistas, es absolutamente evocador.
Templo romano de Évora. Imagen de Tomás Alvarez/Guiarte.com
La escalinata y el pórtico del templo romano de Évora se perdieron por las distintas destrucciones. Imagen de Tomás Alvarez/Guiarte.com