En el reino de Cibola
Hace casi medio milenio (1540) García López de Cárdenas, buscador de las ciudades de oro del reino de Cibola, anunció el hallazgo de una de las grandes maravillas de la naturaleza: El Gran Cañón.
En aquella época, en la que los hombres de Europa, intentaban alcanzar nuevos mundos y ciudades míticas, el explorador partió de Quivira, una población ubicada previsiblemente en Nuevo México, y avanzó en busca de un río especial del que le habían hablado los indios hopi, llegando al borde del Gran Cañón.
García no sabía que apenas unos meses antes otro explorador español había descubierto también el río Colorado.
Fue Francisco de Ulloa, quien partió con tres navíos desde Acapulco llegando hasta el golfo de California, en el que halló la desembocadura del río, que denominó Ancón de San Andrés. Por cierto, el golfo de California recibió entonces el nombre de Mar Bermeja, por el tono de las aguas del Colorado.
Fotografía de Rubén Álvarez. Guiarte Multimedia Copyright
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