Alarcos
El avance cristiano indujo en el siglo XII a los reinos de taifas a pedir ayuda al sultán almohade Abu Yaqub, quien llegó desde Marruecos al mando de un gran ejército.
Alfonso VIII intentó detener su avance antes de Toledo y presentó batalla en este lugar. La victoria de los musulmanes(1195) fue grande y sangrienta. Las defensas cristianas se retiraron hasta detrás de la Línea del Tajo y la Reconquista quedó paralizada durante unos años, hasta la batalla de las Navas de Tolosa, en el 1212.
Se dice que en la batalla de Alarcos murieron varias decenas de miles de personas. Fue tanta la sangre caída, que, desde entonces, la Cruz de Calatrava, antes negra, se puso en rojo.
Alarcos era la ciudad fortificada capital de la región sur de Toledo. Tras ser destruida, se fundó en la nueva capital, Ciudad Real (denominada antes Villa Real).
Es un parque arqueológico interesante, clave para conocer la historia de la Reconquista española. El lugar está cuidado y merece una visita.
En el cerro aparecen los lienzos amurallados, los restos del castillo y la romántica ermita... En el entorno se respira el vigor histórico. Las excavaciones de la zona han dado excelentes hallazgos: restos ibéricos, romanos y sobre todo medievales.
En este parque Arqueológico, bien cuidado por iniciativa del gobierno regional, se han llevado a cabo distintas excavaciones. Se pueden visitar algunas, así como la ermita y los restos del castillo.