Kaiserdom (Catedral Imperial).
La catedral es el centro de interés de la ciudad, en medio del casco antiguo (Münsterplatz), y con una mezcla de construcciones de distintas épocas.
Contiene una acumulacion de elementos que permiten entender que éste fue un santuario importantisimo desde la Eded Media.
Parte clave de esta compleja edificación es el octógono rodeado por un deambulatorio, delimitado por columnas, obra que Carlomagno mando construir en el año 800, siguiendo modelos del Imperio Romano de Oriente: la llamada Capilla Palatina.
La torre (la mitad inferior) y la zona octogonal son las partes más antiguas del gran edificio. El recinto octogonal tiene tres alturas, con mármol de distintos tonos. Está coronado por un grandioso conjunto de mosaicos. Esta cúpula está rehecha en el XIX. Del alto pende una inmensa araña o candelabro de cobre, del siglo XII, donación de Federico Barbarroja.
Eudes de Metz fue el arquitecto del edificio imperial. Parece que Carlomango tomó el modelo de las iglesias bizantinas de Ravena, que él visitó.
A mediados del siglo XIV se comenzó a trabajar en otra edificación aneja: el coro gótico, que se inauguraría en 1414. Se trata de una construcción adicional monumental, de un gotico sumamente estilizado y ambicioso. Unas ventanas ojivales de casi 30 metros de altura, las más altas de esta época, dan luz y espiritualidad a este espacio; una espiritualidad que resalta a compararse con el lado del octogono poderoso y robusto.
Mosaicos, el trono imperial, el altar (Pala de Oro)... todo hace sentir el pálpito del pasado. Un lugar absolutamente digno de visita que en 1978 fue admitido en la lista del patrimonio cultural mundial de la UNESCO.
Se dice que el trono fue hecho con placas de mármol traídas del Santo Sepulcro de Jerusalén. Aunque se llama Trono de Carlomagno, el trono es medieval, pero posterior. La llamada Pala de Oro es un magnífico frente de altar de estilo otoniano.