Astorga, una pequeña ciudad de 2.000 años
El milenario Camino de Santiago está lleno de arte, especialmente Románico y Gótico, pero en medio de tanta obra maestra medieval, el genial arquitecto Antonio Gaudí dejó un estallido de fantasía.
Un palacio que parece hecho para las hadas: El palacio episcopal de Astorga.
Casi toda la obra de Antonio Gaudí, desde la Sagrada Familia a La casa Milá o el parque Guell está en Cataluña. Tan sólo tres edificios llevó a cabo fuera de su territorio natal; de ellos, el más destacado es este palacio situado en una pequeña ciudad del noroeste español, fundada hace dos mil años por Augusto, el emperador de Roma.
Astorga, tiene encanto. Como vieja ciudad episcopal -una de las primeras sedes cristianas de Hispania- conserva arte de distintas épocas en sus iglesias y museos, esparcidos por un casco urbano pequeño y ceñido por una recia muralla de casi dos milenios de vida.
Poco antes de llegar a la pequeña urbe, los viajeros asendereados que recorren el Camino de Santiago se detienen a contemplarla desde un otero que domina el valle verdeante del río Tuerto. La ciudad se presenta ante ellos con casas de escasa altura, como aferradas a la orografía, entre las que destaca la mole catedralicia, que realza el poder divino sobre las cosas mundanas.
Si. Astorga es una ciudad en la que se denota el poderío de la religión. Lo proclama el propio edificio de la catedral, dotado de una extraordinaria fachada barroca, la más espectacular de España, junto con la del Obradoiro, de Santiago de Compostela.
Un palacio neomedieval, entre una catedral gótica y barroca y las murallas romanas. 2.000 años de historia. Imagen de Amando Casado.