Torres, puertas y murallas
La ciudad suiza de Solothurn conserva los vestigios de sus murallas y puertas enmarcando el cuadrilátero del cerco histórico.
Guía de Solothurn
Qué Ver en Solothurn
Torres, puertas, murallas, templos, museos... Solothurn tiene mucho que ofrecer al viajero.
Catedral de San Urs
Esta bellísima catedral en la ciudad suiza de Solothurn fue edificada entre los años 1762 y 1773.
Iglesia de los Jesuitas
El otro templo de gran interés en la ciudad suiza de Solothurn es la Jesuitenkirche (Iglesia de los Jesuitas).
Torre del Reloj
En el medio del casco viejo de Solothurn hay una recoleta plaza, la Markplatz, que preside una torre del siglo XIII.
Otros elementos
La ciudad suiza de Solothurn está animada por otros elementos arquitectónicos de interés: agradables capillas, iglesias y casas nobiliarias.
Museos
En relación a su tamaño, Solothurn posee una oferta museística muy notable, en la que destaca el museo de Bellas Artes.
Información general de Solothurn
Solothurn, en Suiza, es una pequeña ciudad con encanto, paisajes y arte.
Una de las pequeñas ciudades suizas con mayor encanto es Solothurn (Soleure en francés). En ella se mezclan arte, paisaje y una estructura urbana propicia para el gozo tranquilo. Una guía realizada para guiarte.com, con textos y fotografías de Tomás Alvarez
Información general de Solothurn
Solothurn, en Suiza, es una pequeña ciudad con encanto, paisajes y arte.
La ciudad
Solothurn (Soleure en francés) es sin duda una de las pequeñas ciudades con encanto de Suiza.
La ciudad es capital del cantón del mismo nombre, un territorio de forma muy irregular que se extiende por el este del macizo montañoso del Jura y el magnífico valle del Aar, en el noroeste de Suiza.
De Solothurn se ha dicho que es la más bella ciudad barroca suiza, porque reúne varios elementos barrocos de notable interés en su casco viejo, donde podemos detectar un sabor propio, con influencias francesas e italianas.
Esa influencia se debe a que esta ciudad católica era el lugar donde residió el embajador francés ante la Confederación Helvética. Francia, de hecho, fue clave en la financiación de los dos espectaculares templos barrocos de la ciudad.
El casco viejo, una cuadrícula al lado del río, conserva a una serie de notables casas de tranquila belleza, antaño residencias de familias nobles, donde ahora hay hoteles y boutiques.
El hecho de estar toda la zona cerrada al tráfico es un aliciente para el paseo o el disfrute de un aperitivo en alguna de las terrazas. En síntesis: una ciudad para disfrutar.
En torno al perímetro antiguo, hay excelentes zonas verdes, donde juegan los pequeños o pasean los enamorados, en medio de árboles centenarios o estatuas de corte contemporáneo.
A todo ello hay que añadir una activa vida cultural, a la que contribuyen sus instituciones museísticas, interesantes para una ciudad de escaso tamaño.
Una curiosidad: la vinculación de Solothurn con el número once. La ciudad cuenta con once templos; once fuentes monumentales, once torres. La catedral tiene once altares y once campanas, y la gran escalinata de la portada se integra por tres niveles, cada uno con once peldaños. Por cierto, Solothurn fue el cantón número once que se unió a la Confederación Helvética.
Imagen de la sede municipal de Solothirn. Guiarte.com
Bastión de las murallas de Solothurn y, al fondo, palacio neoclásico del museo de Bellas Artes. Imagen de guiarte.com
La historia de Solothurn
Hace unos 2.000 años, los romanos fundaron a la orilla del Aar un castro que pusieron bajo el nombre de Salodurum.
En torno al castro romano creció una ciudad en la Edad Media, que tuvo fama por su vinculación a san Urs, martirizado allí en tiempos romanos.
Tras su vinculación a los duques de Zahringen, en el final de la Edad Media se integró en la Confederación Suiza, no sin la oposición de los Habsburgo.
Pese a la irrupción del protestantismo, Solothurn siguió vinculada al catolicismo, y en la actualidad es sede de la diócesis de Basilea.
Francia ejerció grandísima influencia sobre la urbe, pues en ella estuvo el embajador francés ante la Confederación, desde 1530 a 1792, lo que marcó a la ciudad en arte, religión y cultura. Sin embargo, en la ciudad se ha ido perdiendo el uso del idioma galo y actualmente se utiliza casi exclusivamente el alemán.
Imagen del casco histórico de Solothurn, desde la parte opuesta del Aar. Guiarte.com
La Bieltor, entrada del camino de Biel, y, al fondo, el torreón Burri. Imagen de guiarte.com
Ocio y Gastronomía
Ocio y Gastronomía en la ciudad suiza de Solothurn (Soleure en francés).
Es ésta una ciudad pequeña, y propicia para el gozo tranquilo, el paseo, el descanso en alguna de sus agradable cafeterías, y la contemplación del arte o el lento paso de las aguas del Aar...
En torno a la Markplatz y la Hauptgasse se ubican numerosas boutiques y cafés.
A lo largo de todo el casco viejo hay abundante numero de restaurantes, donde se halla comida tradicional suiza, aunque también hay oferta italiana, griega, etc. En los días más agradables es especialmente atractiva la zona cercana al Aar, para sentarse a tomar algo.
La ciudad cuenta con una gran oferta cultural importante y los museos programan exposiciones temporales... Hay festivales dedicados al cine y a la literatura. Para los más pequeños hay incluso un museo de muñecas y juguetes
El entorno es magnífico para el paseo y el cicloturismo. Cerca de la ciudad esta la Verenaschlucht, una hermosas garganta con una capilla popular.
La catedral emerge sobre las casas de la Klosterplatz. Imagen de guiarte.com
Datos de interés
Información y direcciones de interés para el viajero en Solothurn, Suiza.
Oficina de Turismo:
Hauptgasse 69, Teléfono 32 626 46 46
www.solothurn-city.ch
Museo de Bellas Artes:
Werkhofstrasse 30, Teléfono 32 624 40 00
www.kunstmuseum-so.ch
Museo de Historia Natural:
Klosterplatz 2
www.naturmuseum-so.ch
Museo Altes Zeughaus:
Zeughausplatz 1
Imagen de la torre del Reloj, en la Markplatz. Guiarte.com
Otros contenidos relacionados
Comparte esta guía: