Senegal, color de África
Entre el desierto y la selva, Senegal es uno de los pocos países del mundo en el que se puede ver a la vez, en la misma época del año, un árbol como el baobab completamente desnudo en el norte, y lleno de hojas en el sur.
Miguel Moreno Gallo Lo mismo pasa con los cultivos o con el porte de los arbustos: a medida que se desciende camino del Trópico, el desierto va dejando paso al sahel, y éste a la sabana, y la sabana a los manglares, y los manglares a la selva.
A la vez que va cambiando la vegetación se suceden también las tribus, tan iguales para los ojos europeos, tan diferentes para los bellos ojos de los senegaleses, hechos a los matices, al horizonte y al cielo.
El viajero discurre generalmente de la mano de un guía que lo pasea por poblados de chozas, por mercadillos de productos increíbles, por las tapias exteriores de las casas de los ricos y por los pasillos acicalados de los hoteles para extranjeros.
Al rico mango. Los colores son más variados que los sabores. Fruta en un mercadillo de Dakar. Imagen Miguel Moreno. Guiarte.com
El color alegra el mercado del pescado. Menos mal que el olor no impregna las fotografías. Imagen de Miguel Moreno. guiarte.com