Estrasburgo-Châtenois
Estrasburgo es un excelente lugar de partida; una ciudad cargada de interés, centro estratégico de toda la cuenca del Rin.
Desde ahí, iniciaremos una ruta que nos llevará hacia el Oeste en dirección a Saverne. Antes de llegar a Saverne está Marmoutier. Aquí podemos iniciar realmente la ruta, en dirección Sur, aunque oficialmente la ruta del vino lo hace once kilómetros más al sur, en Marlenheim; pero Marmoutier merece una visita, para iniciar el recorrido con un excelente aperitivo de arte.
Marmoutier es un pequeño lugar de unos 2.000 habitantes. Una antiquísima abadía se denominó en el siglo VIII Maur-munster, en honor del abad Maur, reformador de la vida religiosa del enclave. El centro progresó en la Edad Media y luego decayó. En 1792 fue cerrado.
La iglesia, siglo XII, es poderosa, románica, con un vigoroso campanario flanqueado por dos torres octogonales, del color rosado, la piedra de los Vosgos.
En el lugar perduran algunas edificaciones tradicionales, y existe un museo de tradiciones populares, en una casa de entramados de madera, donde se muestran elementos de la cultura rural alsaciana. Entre ellos, obviamente, algunos relacionados con la viticultura.
MARLENHEIM.
Dejando a un lado el vigoroso románico de Marmoutier, el trayecto de la Ruta de los vinos, nos lleva hacia el sur, descendiendo hasta Marlenheim, un pueblo que presenta numerosas viviendas tradicionales, abundantes rincones floridos y una activa viticultura.
WANGEN Casi al lado de Marlenheim está Wangen, pequeña población que dependía hasta el siglo XVIII de la iglesia de Estrasburgo, a la que debía cotizar un importante impuesto de vino. En los primeros días de julio celebran una fiesta donde se conmemora su tradición, y el vino corre por la fuente del lugar. Perduran en la población restos de las murallas y torres medievales.
AVOLSHEIM
Pasado Westhoffen(iglesia del siglo XIV y restos de fortificaciones medievales), aparece otro pequeño pueblo de apenas medio millar de habitantes: Avolsheim, que cuenta en su bagaje patrimonial con una pequeña iglesia, St-Pierre, que es de las más antiguas de Alsacia. Se trata de un edificio consagrado en 1049, que presenta notables aspectos originales románicos, aunque tiene algunas reconstrucciones posteriores, entre ellas la del campanario(siglo XVIII).
MOLSHEIM
Molsheim es una ciudad pequeña, de 8.000 habitantes, en medio de tierras vinateras que producen un excelente riesling.
En la pequeña ciudad destaca La Metzig, hermoso edificio renacentista(1525), construido por el gremio de los bouchers, de bello aspecto alsaciano, con un bello reloj que hacen sonar sendos ángeles.
La Iglesia de los Jesuitas pertenecía a una famosa universidad jesuita, trasladada a Estrasburgo en el XVII. Es una edificación en estilo gótico final que tiene añadidos posteriores y elementos medievales. De hecho, el lugar fue centro religioso alsaciano hasta el XVIII.
También perduran en el lugar algunas viejas construcciones e incluso una puerta fortificada medieval. Tiene una feria vinícola en mayo.
En Molsheim hay un museo de la Cartuja y otro de la Fundación Bugatti. Ettore Bugatti, nació en Milán en el siglo XIX, y desarrolló una vida dedicada a la mecánica; fue padre de una marca reputada y en Molsheim puso una fábrica, precursora de la que ahora fabrica trenes de aterrizaje.
ROSHEIM
Está ocho kilómetros más al sur. Tiene unos 4.000 habitantes. Es antigua tierra de viñedos, en la que se aprecian aún vestigios de sus viejas murallas y algunos antiguos edificios, como la Maison Païenne, del siglo XII.
Sobresale en el lugar la iglesia de San Pedro y San Pablo, del siglo XII, con influencias lombardas, con un campanario octogonal. La iglesia ha sufrido una reciente restauración.
Al sur del lugar están las ruinosas paredes del castillo de Landsberg. Es esta tierra más accidentadas en la que se ven otros vestigios de castillos sobre los promontorios montañosos.
BOERSCH
En Boersch aun se conservan tres puertas antiguas y una hermosa plaza con viejas edificaciones, entre ellas la magnífica alcaldía, del siglo XVI. La iglesia es básicamente del XVIII.
OTTROTT
Aparece en medio de los viñedos, que generan un excelente rouge d´Ottrott (Pinot noir), con sus dos castillos medievales: Lutzelbourg y Rathsamhausen, de los siglos XII y XIII, respectivamente.
En esta tierra de viñedos resulta un poco exótico, aunque atractivo, el gran acuario, les Naïades, con multitud de especies acuáticas de toda la tierra.
Es Obernai, con 10.000 habitantes, el pueblo más destacado de ésta etapa, y también el más interesante, con una historia de luchas desde tiempos antiguos hasta su anexión definitiva a Francia, en el final del siglo XVII.
En Obernai, que antaño estuvo rodeada por un doble muro, del que perduran algunos buenos restos, perduran también excelentes casas del pasado, desde el siglo XIII en adelante, especialmente en el entorno de la alcaldía y el antiguo almacén de granos, ambas edificaciones del entorno del siglo XVI.
Hay algunos otros elementos de interés, como la Iglesia de San Pedro y San Pablo, del XIX, aunque con algunos elementos del XV, cuatro vidrieras, y XVI el altar del Santo Sepulcro.
La ciudad tiene un sendero vitícola, de 3,6 kilómetros, que permite recorrer zonas de cultivo.
BARR Entre Obernai y Barr el viajero puede pasar por el Monte de Santa Odile, uno de los lugares más típicos de Alsacia, posiblemente sagrado ya en tiempos célticos.
Odile nació en Obernai en el siglo VII, hija de un noble y consagrada a Dios con la oposición de su temible padre. El convento de Santa Odile está en un monte boscoso, a casi 800 metros de altura. Es casi todo del XVII, aunque hay alguna parte del XI: la capilla de la Cruz. Pero lo más impresionante del lugar son las magnificas vistas panorámicas sobre la Alsacia y la Selva Negra.
Cerca de este lugar esta el famoso Mur Païen, con más de 10 kilómetros de longitud, muralla ciclópea de tiempos celtas previsiblemente. El valle del Rin siempre fue punto de encuentro y de combate.
Más hacia el sur esta Barr, donde se simultanea la actividad industrial con un excelente trabajo vitícola: sylvaner, riesling y gewurztraminer. El lugar tiene una feria anual de los vinos, en julio, y un recorrido vinícola.
En Barr destaca el ayuntamiento, del siglo XVII y un museo instalado en una casa del XVIII, Folie Marco, donde se muestran elementos alsacianos diversos: muebles, porcelanas, etc.
MITTELBERGEIM Es un pequeño poblado al sur de Barr dedicado al viñedo desde los días de Roma. Destaca la plaza del ayuntamiento, con hermosas casas tradicionales alsacianas de época renacentista.
Tiene alguna antigua instalación vinícola y celebra una fiesta del vino en el último fin de semana de julio.
Casi sin tiempo para degustar el paisaje aparece Andlau, con algo más de mil habitantes, que conserva un castillo ruinoso, hermosas casas alsacianas y una estupenda iglesia, restos de una vieja abadía.
La abadía de Andlau fue creada en el siglo IX y subsistió hasta la Revolución Francesa. La iglesia tiene restos del siglo XII, destacando su portada, con interesantes esculturas románicas.
El interior esta bastante remodelado y es principalmente del XVII, aunque tiene elementos- sobre todo la cripta- más primitivos.
Se cuenta que la abadía se creó cuando Santa Ricarda, en el IX esposa de Carlos el Gordo, recibió el encargo, de un ángel, de construir un convento en sus tierras, allá donde encontrase a una osa. Halló la osa y cumplió la palabra: en el medievo se guardaba un oso por tradición, en el monasterio.
ITTERSWILLER Es otro pequeño lugar, apenas tres kilómetros al sur, donde destaca el caserío de sencillas edificaciones ornadas con flores, en medio del paisaje de líneas paralelas y ondulantes de los viñedos. Tiene un sendero para hacer un recorrido y conserva una iglesia con parte gótica y restos defensivos del medievo.
DAMBASCH-LA-VILLE Se trata de un centro de excelente producción vinícola, en medio de un paisaje donde pervive el bosque. Conserva parte de sus murallas, con tres puertas, y numerosas casas de entramado de madera, agradablemente adornadas con flores.
Por la Puerta Alta se puede subir hasta la Capilla de San Sebastián(en origen románica), desde donde se tiene una excelente vista de la comarca, con los magníficos viñedos. Si se sigue el camino se puede acceder hasta el castillo de Bernstein, del siglo XII.
CHÂTENOIS Vueltos hacia el sur, la ruta prosigue por Scherwiller, lugar de una batalla en el 1525, dominado por las fortalezas de Ortenbourg y Ramstein, para acceder a Châtenois. Allí destacan los restos de su fortificación y el campanario románico(siglo XII) de su iglesia(siglo XVIII).
Obernai. Foto guiarte. Copyright
Itterswiller. Foto guiarte. Copyright