El patrimonio de Orange
Ésta es una ciudad donde el tiempo se ha estancado. Al igual que muchas otras urbes del interior de Francia, aparece ante el viajero como un lugar provinciano, tranquilo, con más vocación de eternidad que de progreso.
El arco triunfal y el grandioso teatro marcan la identidad de esta ciudad, una ciudad que sería destrozada en el siglo V por los visigodos y que sufrió duramente las luchas de religión.
Muchas de sus huellas históricas han desaparecido con el tiempo, pero merece la pena pasear por sus calles y contemplar los restos de su pasado esplendor.
Una de las puertas del principal templo local. guiarte.com. copyright