La catedral
Se trata de un edificio románico soberbio, una de las tres catedrales imperiales de la época, junto con las de Spira y Worms.
El edificio es impresionante por su dimensión, dado que está sobre un plano del siglo XI. Es básicamente románico, pero con obra gótica e incluso barroca en la linterna central.
Para sostener tal mole se han empleado unas voluminosos columnas interiores cuadradas que otorgan un aire pesado en el gran espacio interior.
El templo tiene cinco naves y doble cabecera (San Esteban y San Martín), y sorprende al hallarse prácticamente rodeado de edificaciones, salvo en el lado este. Sus portadas también sorprenden por la humildad.
Cimborrios y torrecillas alegran la monumentalidad exterior. En la parte del ábside de San Esteban (este), las torrecillas redondas son las más antiguas, del siglo XI; entre ellas se alza una linterna románica. En la parte oeste las torrecillas son octogonales.
En varios pilares hay monumentos funerarios, casi todos góticos; entre ellos el del arzobispo Jacob von Liebenstein, del gótico final.
Otro monumento funerario importante es el de Henrich Ferdinand von der Leyden, trabajo de Johann Mauritz Gröninger, obra de 1706, ubicado a la izquierda del coro oeste.
En el presbiterio, destacan unas sillerías de estilo rococó, de Franz Anton Hermann, de 1767.
La catedral cuenta con un museo Diocesano que es de los mayores de Alemania. Se halla en el entorno del claustro gótico.
La mole catedralicia domina el ambiente de trasiegos, ante el Teatro y el monumento a Gutemberg. Imagen de guiarte.com. Copyright.
En el interior del templo hay diversos monumentos funerarios de interés, como este, dedicado a el de Henrich Ferdinand von der Leyden, de inicios del siglo XVIII. Imagen de guiarte.com. Copyright.