Madrid, diciembre de 2007.
La pintura ha sido adquirida por el Ministerio de Cultura, con cargo al 1% cultural del Ministerio del Medio ambiente, según los supuestos que establece la Ley del Patrimonio Histórico, y entrará a formar parte de los fondos del Museo Reina Sofía, tras su adscripción por parte del Ministerio de Cultura.
La excepcional obra, un óleo sobre lienzo, fue realizada por Robert Delaunay (París, 1885. Montpellier, 941) un poco antes de que el pintor conociera a Sonia Terck, joven artista de origen eslavo, con la que contraería matrimonio en 1910. Ambos tuvieron una estrecha relación con España.
La obra Autorretrato evidencia los significativos cambios que llevarán la producción de su autor desde los supuestos impresionistas a las posteriores conquistas del Simultaneísmo y la abstracción. La pintura anticipa las constantes del periodo más característico de Robert Delaunay, basado en el protagonismo del color, así como en la aplicación de la ley de los contrastes simultáneos, procedente de los descubrimientos pictóricos de Seurat y Signac. Así, junto a formas geométricas, que apuntan a la abstracción y que actúan de recurso decorativo en el segundo plano del retrato, el rostro acusa un tratamiento del color que adelanta las investigaciones de Delaunay con el cromatismo órfico.
Procedente de la colección particular de Robert y Sonia Delaunay, la pintura fue heredada por Charles Delaunay y posteriormente por Jean-Louis Delaunay, heredero universal del artista. Además de su indiscutible valor estético y plástico, este Autorretrato tiene una gran relevancia por el hecho de ser uno de los cuatro autorretratos llevados a cabo por Delaunay durante su juventud, fechados entre 1906 y 1909. Uno de los cuatro, el que presentaba mayor influencia de Van Gogh, fue destruido en el pasado, por lo que actualmente sólo se conservan los tres restantes, dos de los cuales -fechados en 1906 y 1909, respectivamente-, fueron donados por Sonia Delaunay al Centre Pompidou de París en el año 1964. Consecuentemente, el Autorretrato de 1908 era el único de este excepcional conjunto de piezas, que podía ser adquirido al haber permanecido hasta este momento en manos de los herederos directos del artista.
Su aportación a las obras de Delaunay en el Museo Reina Sofía es extraordinaria, reforzando la presencia del artista, que hasta la fecha estaba representado en las colecciones con una pintura de 1915 (El gitano) y otra de 1923 (Retrato de Tristan Tzara).
El Real Patronato también ha aprobado la adquisición de tres pinturas importantes y representativas de otros referentes de las vanguardias históricas: Paisaje con molino (1913) de Albert Gleizes; Jugador de golf (1933) de Willi Baumeister, y Composición cósmica (1938) de Óscar Domínguez. Estas adquisiciones se complementan con otras propuestas estéticas desde los años setenta hasta la actualidad: Martirologio cromático (2004-2006) de Luis Gordillo, Naturaleza muerta (1984) de Tom Carr, Alteraciones (2007) de Amy Cutler y varias piezas de la serie Tesoros (1972-1973) y dos fotografías (Estoy penetrando en tu vida, 1976 y Buenos días melancolía, 1980) de Carlos Pazos.
Robert Delaunay, Autoretrato. 1908. Óleo sobre lienzo.