Madrid, junio de 2007
Lugar: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Fechas: 5 de junio - 3 de septiembre de 2007
Propietaria de una galería de diseño interior en Zurich, la galerista suiza Heidi Weber mantuvo una estrecha relación de colaboración profesional e intelectual con Le Corbusier en los últimos años de la vida del arquitecto. El resultado de estos contactos, absolutamente excepcional si se tiene en cuenta el corto periodo de tiempo en el que se desarrollaron (Le Corbusier murió en agosto de 1965), puede resumirse en tres grandes líneas que constituyen las tres partes principales de esta exposición.
El primer apartado de la muestra se dedica a la reedición y comercialización de muebles de Le Corbusier. Se incluyen varios de sus diseños ya míticos, como, por ejemplo, las sillas de tubos metálicos de los años veinte, que fueron reelaborados por Heidi Weber en un trabajo conjunto con el artista y comercializados en Suiza a partir de 1959.
El segundo apartado se centra en la colección de obra plástica de Le Corbusier. Heidi Weber ha ido reuniendo desde los años cincuenta, con verdadero apasionamiento personal, un conjunto de pinturas, esculturas, grabados, dibujos, tapices, etc. del artista que compite en importancia con el legado que custodia la Fondation Le Corbusier en París. Muchas de sus piezas se han prestado para diversas exposiciones, pero hasta ahora nunca han sido objeto de una muestra unitaria. Sin llegar a perder el orden cronológico, las obras de esta sección se agrupan fundamentalmente por su temática: los llamados objects à rèaction poétique, toros, mano abierta, mujeres, tótems, las "pinturas acústicas", etc. En ellas es posible encontrar referencias a la obra de Picasso, por quien Le Corbusier sentía un gran interés. La Colección de Heidi Weber logra presentar al público la faceta menos conocida de este creador multidisciplinar, que lejos de ser un mero ejercicio de entretenimiento, era en realidad una faceta a través de la que entender muchas de las claves de su arquitectura.
Finalmente, el edificio de la Maison de l'Homme de Zurich, actual Museo Heidi Weber. Centro Le Corbusier, protagoniza el tercer apartado. Gracias a la tenacidad de Heidi Weber, Le Corbusier pudo materializar al final de su vida un tipo de edificio con el que llevaba soñando desde el periodo inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial (proyecto Porte Maillot, 1950): un nuevo género de pabellón de exposiciones que materializase el ideal teórico de la síntesis de las artes y la reconciliación entre artes plásticas y arquitectura. Se comenzó a construir en 1963 y no fue terminado, tras numerosas dificultades, hasta 1967. Heidi Weber posee la práctica totalidad de la documentación gráfica del edificio, incluyendo dos de las maquetas originales.
Con motivo de la exposición se va a editar un catálogo que incluye la reproducción de todas las obras expuestas y los textos del comisario, Juan Calatrava, director de la ETS de arquitectura de Granada, la asesora general Heidi Weber, Pedro Feduchi, arquitecto y diseñador, y Juan José Lahuerta, historiador de arte.
Arquitecto, urbanista, pintor y escultor, de espíritu inquieto y autodidacta, Le Corbusier (Suiza, 1887-1965) es una de las figuras imprescindibles en la teoría de la arquitectura moderna. Desde su primer proyecto de las casas Dom-Ino (1914 -1915), el artista realizó innumerables obras y proyectos como el Plan Voisin para París (1925), la Ville Savoye en Poissy (1929-1931), la Cité de Refuge del Ejército de Salvación en París (1929-1933), el Ministerio de Educación Nacional de Río de Janeiro (1936), la capilla de Notre-Dame-du-Haut en Ronchamp (1950-1955), el proyecto para Chandigarh, la nueva capital de Punjab, (1951) el convento de Sainte-Marie-de-la-Tourette en Evaux (1953-1959), el Pabellón Philips de la Exposición Universal de Bruselas (1958), el Centro de Artes Visuales Carpenter de Massachussets (1961), o la que es precisamente su última obra: el Museo Heidi Weber. Centro Le Corbusier (1963), entre otras.
Co-fundador con A.Ozenfant y P.Dermée de la revista de vanguardia L'espirit nouveau (1919-1925), entre sus aportaciones teóricas son imprescindibles La ville radieuse (1935), compendio de sus teorías urbanísticas ya aplicadas a muchos proyectos de toda Europa, o Le modulor (1948), estudio de coordinación modular basado en las medidas y movimientos del cuerpo humano.
En su fecunda trayectoria, tanto su obra edificada como sus planteamientos teóricos ejercieron una influencia decisiva en la historia del Movimiento moderno. Artista "renacentista", animado por una visión de la arquitectura como solución de los problemas sociales, se interesó por el uso de los nuevos materiales como el hormigón armado y de recursos primarios como el vidrio o el hierro, por la industrialización de la obra, por la descomposición del edificio en elementos simples susceptibles de ser prefabricados, o por el uso de colores puros. Defensor de una funcionalidad imperante, que prescinde de los valores y condicionamientos históricos, su obra logra sin embargo adecuarse magistralmente a su entorno.
Mano abierta. Colección Heidi Weber. Le Corbusier
Músicos. Colección Heidi Weber. Le Corbusier
Acordeón, jarra y cafetera. Colección Heidi Weber. Le Corbusier