Bilbao, junio de 2009
La exposición, que explora el origen de la Colección Permanente de la Solomon R. Guggenheim Foundation, está comisariada por Tracey Bashkoff, Conservadora Adjunta de Colecciones y Exposiciones y Megan Fontanella, Ayudante de Curatorial.
La muestra refleja, por medio de un centenar de obras, la naturaleza y evolución de la Colección de la Solomon R. Guggenheim Foundation a través de los paralelismos entre siete colecciones privadas. Se trata de una curiosa lectura de los orígenes del arte moderno y de la transición hacia el siglo,XXI por medio de obras maestras de artistas como Vincent Van Gogh, Paul Cézanne, Pablo Picasso, Vasily Kandinsky, Alexander Calder, Jackson Pollock, Sophie Calle o Hiroshi Sugimoto, entre otros.
El motivo de este programa es la celebración del 50 aniversario de la apertura del Museo Guggenheim de Nueva York. Esto ha motivado una dobre muestra, la que llega ahora y otra que estará dedicada al arquitecto Frank Lloyd Wright, artífice de la sede de la Fundación, exposición que se inaugurará el próximo mes de octubre de 2009.
El montaje de la muestra ofrece al visitante una interesante lectura de los orígenes del arte moderno y de la transición hacia el siglo XXI. Las tres salas clásicas de la tercera planta del Museo presentan un recorrido por seis de las siete colecciones representadas en esta exposición - Solomon R. Guggenheim, Justin K.Thannhauser, Hilla Rebay, Katherine S. Dreier, Peggy Guggenheim y Karl Nierendorf-, mediante una cuidada selección de pinturas y esculturas de los movimientos artísticos más representativos del siglo XIX y de la primera mitad del siglo XX.
La exposición se completa con una treintena de obras realizadas en diferentes medios (video, arte conceptual, fotografía, etc.), a partir de la década de los años 1990, provenientes de la donación de la Fundación Bohen a la Solomon R. Guggenheim Foundation en 2001.
Hilla Rebay y el origen de la Colección
La conversión de las colecciones particulares en museos públicos constituye una metamorfosis extraordinaria. Esta transformación ocurrió en el Museo Guggenheim de Nueva York en 1937, cuando Solomon R. Guggenheim estableció una Fundación con el fin de instaurar un museo en el que exponer públicamente y conservar sus obras de arte no-objetivo.
Solomon R. Guggenheim proviene de una humilde familia judía de origen suizo que emigra a Estados Unidos con el objetivo de prosperar económicamente. Su padre, Meyer Guggenheim, logra amasar una gran fortuna en la minería de cobre y plata, creando un auténtico imperio económico que seis de sus once hijos ayudaron a consolidar. Uno de ellos, Solomon, un empresario industrial casado con Irene Rothschild, comienza a interesarse por el mundo del arte en la década de 1890 y a coleccionar obras de los maestros antiguos: paisajes americanos, la Escuela Francesa de Barbizon y el arte primitivo de mediados de 1890. Sin embargo, sus prioridades artísticas cambian radicalmente en 1927, con 66 años de edad, cuando su mujer Irene encarga, proféticamente, a la joven Hilla Rebay la realización de un retrato suyo.
Hilla Rebay (1890-1967) va mucho más allá de retratar a Solomon R. Guggenheim. Esta artista de origen prusiano y gran talento, que vive y trabaja por toda Europa antes de mudarse a Nueva York en 1927, cambia su interés en el arte, hasta el punto de transformar la naturaleza de su colección, introduciéndole poco a poco en el arte no objetivo, un método de abstracción con aspiraciones espirituales y utópicas. Gracias a ella, Solomon e Irene Guggenheim conocen en 1930 al artista ruso Vasili Kandinsky en su estudio de Dessau, un encuentro que se traduce en la adquisición de más de 150 de sus obras. También coleccionan en profundidad las pinturas abstractas del artista alemán Rudolf Bauer, amigo íntimo de Rebay desde sus comienzos en Berlín.
Los sueños de Guggenheim y Rebay para su fundación se hacen realidad en 1939 con la apertura del Museo de Pintura No Objetiva en la calle 54 Este de Nueva York, siendo Hilla Rebay nombrada su primera directora y conservadora, cargo que ostenta hasta 1952. En 1949 la colección se traslada definitivamente al número 1071 de la Quinta Avenida y, diez años más tarde, en 1959, se inaugura el edificio de Frank Lloyd Wright, sede actual del Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York.
La extraordinaria colaboración entre los artistas, Solomon R. Guggenheim y Hilla Rebay dio lugar a una de las colecciones del movimiento moderno de principios del siglo XX más espectaculares del mundo.
Visionarios con un nexo común
El origen de la Colección Guggenheim es, básicamente, la historia de varias colecciones privadas, reunidas bajo un mismo techo: la colección del propio Solomon R. Guggenheim; el inventario de expresionismo alemán y arte expresionista abstracto primitivo del destacado galerista Karl Nierendorf (1889–1947); la colección de Peggy Guggenheim (1898–1979) de pintura y escultura abstracta y surrealista; la serie de impresionismo, post-impresionismo y obras maestras modernas primitivas de Justin K. Thannhauser (1892–1976); y varias obras importantes del patrimonio de Hilla Rebay (1890–1967) y Katherine S. Dreier (1877–1952), ambas influyentes en la promoción del arte moderno en Estados Unidos.
Por medio de obras maestras de estas colecciones fundamentales, De lo privado a lo público explora también los intrigantes paralelismos entre un grupo diverso de amantes del arte cuyas vidas se cruzaron durante varias décadas. Aunque sus prioridades como coleccionistas y gustos personales diferían, pueden encontrarse muchos hilos conductores comunes entre estas seis colecciones modernas. Por ejemplo, todas ellas contienen obras, tanto de Paul Klee como de Kandinsky. De hecho, fue Klee quien convenció a Nierendorf —un ex banquero— de que entrara en el comercio del arte en su nativa Colonia tras la I Guerra Mundial.
Además, varias obras presentes en la muestra comparten procedencia e incluso historial de propiedad. La vaca amarilla de Franz Marc (1911) y La ciudad de Delaunay (1911) se exhibieron en la primera exposición del grupo “El Jinete Azul” en la Moderne Galerie, regentada por Heinrich, padre de Thannhauser, en diciembre de 1911 y, posteriormente, fueron adquiridas por la Fundación Solomon R. Guggenheim. Igualmente, la galería de Nierendorf en Nueva York vendió muchas obras a Hilla Rebay, Solomon R. Guggenheim y Peggy Guggenheim en los años cuarenta, antes de que la Fundación adquiriera su patrimonio y la colección de su galería al completo en 1948.
Estos influyentes mecenas, desde Karl Nierendorf a Hilla Rebay, contribuyeron al reconocimiento social de algunos de los artistas más significativos del siglo XX y, con su visión y entendimiento, ayudaron a definir el alcance de la Colección Guggenheim. Justin K Thannhauser, galerista de profesión y responsable de la primera gran retrospectiva de Picasso en 1913, otorgó un primer apoyo crucial a artistas desconocidos o todavía no respetados en los círculos artísticos. Por su parte, entre los artistas integrantes del museo-galería Art of this Century, abierta por Peggy Guggenheim entre 1942 y 1947, se incluían líderes futuros de la Escuela de Nueva York de la talla de Jackson Pollock o William Baziotes.
Más aún, la Société Anonyme de Dreier, fundada en 1920 por Katherine S. Dreier junto a Marcel Duchamp y Man Ray, fue la primera colección de Estados Unidos a la que se denominó “Museo de Arte Moderno“, a pesar de que nunca tuvo un espacio expositivo permanente.
Cada una de estas extraordinarias colecciones personales se ha ido incorporando con el paso de los años a la Colección Guggenheim hasta conformar una selección exhaustiva del arte de vanguardia de finales del XIX y del siglo XX.
Impulsando “el arte del mañana”
Fiel a la misión original de Solomon R. Guggenheim de promocionar “el arte del mañana”, la Fundación que se estableció en 1937 se ha comprometido en la actualidad a aumentar sus fondos de arte contemporáneo y ejerce de catalizadora de la producción artística mediante un programa ambicioso y único de encargos artísticos en el Deutsche Guggenheim de Berlín, así como por medio de la concesión de galardones a artistas vivos como el Premio Hugo Boss bianual.
Por otro lado, la Fundación adquiere obras, tanto de artistas reconocidos, como de jóvenes promesas que trabajan en diversidad de medios. El resultado es una colección internacional ricamente estratificada, que se compone de 7.000 trabajos y que prácticamente ha duplicado su tamaño desde 1990, gracias a la adquisición de obras de arte en su mayoría realizadas a partir de 1970.
Junto a una presentación de las colecciones del museo de arte moderno temprano, del impresionismo al surrealismo, también podrá admirarse en esta muestra una selección de obras contemporáneas de la Donación de la Fundación Bohen, una organización privada de obra social, liderada por Frederick B. Henry desde 1984, que encarga a artistas la creación de nuevas obras de arte poniendo especial énfasis en el cine, el vídeo y los nuevos medios. Iniciada en 1958 en Iowa (Estados Unidos), por el abuelo de Henry, Fred Bohen, la Fundación Bohen comenzó siendo una institución familiar tradicional que concedía becas para apoyar diversas causas comunitarias locales. Bajo el mandato de Frederick B. Henry se dedicó en exclusiva al patrocinio del arte contemporáneo, y sus recursos se extendieron a escala nacional por medio de un sistema único de patrocinio a través del cual la Fundación Bohen encarga obras de arte y dona estos encargos a grandes instituciones.
En 2001, la Fundación Bohen aportó generosamente a la Fundación Guggenheim su colección al completo, con 277 obras de 46 artistas como Pierre Huyghe, Sophie Calle o Jac Leirner. La donación de la Fundación Bohen ha enriquecido inconmensurablemente y expandido la Colección Guggenheim de arte contemporáneo, especialmente en el campo de los nuevos medios y la fotografía. En el Museo Guggenheim Bilbao se mostrará una selección de fotografía, video, pintura e instalación desde los años noventa hasta finales del siglo XX procedente de esta colección.
Franz Marc. Vaca amarilla (Gelbe Kuh), 1911. Óleo sobre lienzo. Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York
Alexander Calder. Móvil de pie (Standing Mobile), 1942. Chapa de metal pintado, vara de metal y alambre. Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York. The Hilla Rebay Collection, 1971
Vasily Kandinsky. Inclinación (Neigung), 1931. Óleo y témpera sobre tabla. Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York. Colección fundacional Solomon R. Guggenheim