San Sebastián. Diciembre de 2010
La noticia ha surgido desde el mismo museo, que acaba de anunciar que solicita Expediente de Regulación temporal de Empleo y acuerda el cierre del centro desde el próximo día 1 de enero de 2011
En el comunicado emitido, firmado por el museo y la familia Chillida, se dice: “Chillida-Leku es el primer museo de arte de Guipúzcoa en número de visitantes y figura entre los cuatro primeros del País Vasco” y añade que el centro “sigue abierto a un acuerdo que respete las condiciones que considera imprescindibles para asegurar la continuidad del mismo tal y como las definieron sus creadores.”
Esta decisión ha sido motivada por la situación de déficit recurrente que se ha visto agravada por la crisis económica general, disparando las cifras deficitarias “a niveles insostenibles desde la perspectiva de una iniciativa privada”.
Desde su inauguración en 2000, han visitado el centro 810.000 personas y en las encuestas realizadas se ha detectado un alto grado de valoración.
Anuncia la nota del museo que en el se seguirán llevando a cabo todas aquellas actividades paralelas que se desempeñan con independencia del cierre al público, como son la conservación del patrimonio artístico o la realización de exposiciones nacionales o internacionales.
El Museo sigue abierto a un acuerdo que respete las condiciones que considera imprescindibles para asegurar la continuidad del mismo tal y como las definieron Eduardo Chillida y Pilar Belzunce, sus creadores.
Chillida-Leku fue la consecución de un sueño durante años anhelado por el autor: un espacio a la medida de su obra donde esta pudiera ser permanentemente expuesta. El centro consta de 3 áreas definidas: El jardín de 12 hectáreas dominado por hayas y robles, con unas 40 esculturas del autor; la zona de servicios, dotada de un auditorio donde poder ver imágenes del artista en su trabajo, zona de descanso y tienda; y, por último, pieza central del museo, el caserío Zabalaga que alberga las obras de menor formato realizadas en acero corten, alabastro, granito, terracota, yeso, madera o papel.
Historia del lugar
En 1983, Eduardo Chillida y su mujer Pilar Belzunce visitaron por primera vez la finca de Zabalaga impactados desde el primer momento por la magnitud del caserío ruinoso, de 1543.
En 1984 los Chillida Belzunce compraron una parte de la finca que incluía el caserío, como lugar ideal para albergar sus esculturas durante el proceso último de oxidación del material. Una vez terminado este proceso, las obras salían desde allí para ser exhibidas y vendidas por el mundo.
Chillida fue restaurando el caserío con el arquitecto Joaquín Montero y mientras tanto Chillida-Leku se va convirtiendo en un conjunto escultórico por lo que Chillida pierde el deseo de vender las obras y comienza a coleccionarlas en el lugar. Así se fue fraguando la idea de hacer un museo por lo que continúan adquiriendo terreno progresivamente hasta conformar las 12 hectáreas actuales.
Chillida-Leku
Exterior caserio. Museo Chillida-Leku
Interior museo Chillida Leku.