La catedral de San Martín
El magnífico templo mayor de Lucca es del siglo XI, con reformas posteriores, del XIII al XV.
Guidetto de Como es el autor de su notable fachada de mármol blanco y verde oscuro, donde sobresalen los tres pisos de galerías con columnillas y arcos de medio punto.
Los trabajos de las columnas y los mármoles introducen una valiosa decoración geométrica. El equilibrio de la portada queda empañado por el campanario, que está a la derecha de la misma, pero insertado en un edificio contiguo. El campanil es del siglo XIII, y se caracteriza por su imagen poderosa.
El interior de la iglesia es gótico. Entre la estatuaria románica está una obra que representa al Santo, San Martín, partiendo su capa para compartirla con un mendigo.
El Volto Santo es un gran Cristo de madera, del siglo XI, tal vez copia de una obra anterior. Se trata de un crucifijo con fama milagrera, con una leyenda. Se dice que Nicodemo es el autor del rostro de Jesús y que lo esculpió tras el entierro. La leyenda dice que un obispo italiano lo recogió de Tierra Santa.
En el interior de la nave está la excelente tumba de una dama, Llaria del Carretto, esposa de un dignatario del lugar, siglo XV, en mármol blanco. Es obra de Jacopo della Quercia. El Duomo alberga en su interior otras obras de notables autores, entre ellos Tintoretto, Nicola Pisano Y Ghirlandaio.
Cerca de la catedral está otro edificio íntimamente unido a esta por su historia y funciones. La iglesia de los santos Giovanni e Reparata, ubicada en la contigua Piazza San Giovanni.
Ocupa una zona de gran relieve arqueológico pues esta era la sede de la primera catedral de Lucca, con un batisterio de origen paleocristiano. Aún debajo están las capas que se remontan al origen de la ciudad romana. La construcción actual es básicamente del siglo XII.