Piedrasecha
Pocos días hay en los que la tranquilidad se rompe el Piedrasecha...
Siempre que he llegado allí –y ya son muchas veces- el lugar aparece solitario, y en el aire resuenan los cantos de ruiseñores y el eco cantarín de la torrentera que baja por el fondo del estrecho valle.
Tal vez en la romería de la Virgen del Manadero, magnífico santuario rupestre ubicado en las soledades, dos kilómetros más al norte, el bullicio se adueñe de este lugar donde la geografía parece poner un punto y final.
Mucha gente avanza hasta Piedrasecha para pasar por el desfiladero de Los Calderones, un angosto paso donde la montaña oprime al viajero, y que sólo es practicable en el estiaje, cuando el agua baja transita sumida bajo el lecho de piedras... pero lo más bello es el trecho entre Piedrasecha y el inicio de la angostura, donde está el santuario.
Atardecer en Piedrasecha. Guiarte Copyright
La coqueta iglesia de Piedrasecha, a la entrada del luger.
Un lugar bello y tranquilo, Piedrasecha, guiarte.com
Caballos, junto al arroyo de Piedrasecha. guiarte.com