La catedral de Ibiza
En el año 1234, tras la reconquista comienza la construcción de una parroquia dedicada a Santa María, en la villa de Eivissa.
El templo se instalaría en un principio en un edificio anterior, tal vez una mezquita musulmana readaptada al culto cristiano, aunque nunca ha podido demostrarse este hecho, a pesar de varias investigaciones arqueológicas.
La iglesia se levanta en el siglo XIV, en un estilo gótico clásico. Esta construcción maciza cuenta con un campanario de planta trapezoidal y un ábside poligonal con cinco capillas dedicadas a San Jaime y San Miguel, a Santa Tecla y San Antonio, a San Juan Bautista y San Juan Evangelista y a San Pedro y San Pablo.
Destaca el importante conjunto de campanas de los siglos XVI y XVII.
En el siglo XVIII se realiza una gran reforma del edificio dadas las malas condiciones de su cubierta.
Es también en el siglo XVIII cuando el papa Pío VI creó la sede episcopal de Eivissa y la iglesia medieval pasó a ser Catedral.
Entre las obras de arte que conserva el lugar destacan una custodia gótica de plata dorada de 1399, dos tablas góticas de Santa Tecla y San Antonio, pintadas por Francesc Comes en el siglo XIV, y dos tablas que representan a San Jaime y San Matías, en este caso del siglo XV, del maestro Valentí Montoliu.
Fachada de la Catedral de Ibiza. Foto Turismo de Ibiza.