Guía de Estella / Lizarra

La ciudad

Estella es un núcleo íntimamente ligado a las peregrinaciones, con interesantes monumentos de época medieval, la más esplendorosa de la urbe.

Estella, por su situación tiene buenas comunicaciones con Vitoria, San Sebastián, Zaragoza, Logroño y Pamplona. Está en pleno Camino de Santiago.

La ciudad está llena de recuerdos que la entroncan con el medievo, las canciones de gesta y el inicio de las peregrinaciones como se ve en el palacio románico de los reyes de Navarra, en uno de cuyos capiteles se refleja la lucha cruel entre el gigante Ferragut y Roldán.

La leyenda recuerda el duelo entre ambos. Durante muchos días libraron contienda, siempre con balance equilibrado. Después de cada lucha, los dos descansaban y se alimentaban convenientemente para el envite siguiente. Eran momentos pródigos en manjares y vino. En uno de estos, Roldán, sobrio, emborrachó al gigante, quien confesó que todo su cuerpo era invulnerable, excepto la zona del vientre. No tardó Roldán en programar su triunfo inmediato. Con duras palabras enojó al gigante y, reanudada la lucha, mató al contrincante, alanceándolo justo por el punto fatal.

Estella es también tierra de transición entre la Navarra húmeda y el sur más estepario y seco. Como punto de encuentro de dos ámbitos, a lo largo de la historia fue punto de encuentro de gentes y centro de comercio.

La historia de Estella

La ciudad de Estella nació para el Camino de Santiago.

Sancho Ramírez, interesado en crear un centro comercial poderoso, desvió el trayecto anterior, un trazado más occidental, y concedió un fuero especial, en el año 1.090, a los colonos que se instalasen a la orilla del Ega, cerca del viejo poblado vascón de Lizarra.

En torno al nuevo punto estratégico se ubicaron comerciantes y cambistas, mayoritariamente francos y judíos. La advocación de templos y santos recoge indicios de que los primeros pobladores procedían de las zonas francas de Le Puy y Tours.
En el siglo XIII Estella era ciudad de mercaderes y poseía una famosa tabla de cambios. En 1354 existían allí seis hospitales de peregrinos.

Las historias del medioevo son numerosas. San Andrés es el patrón de la ciudad. La tradición señala que en 1.270 el obispo de Patrás, en la región griega de Acaya, emprendió la ruta compostelana, llevando en una caja la espalda entera del apóstol Andrés como donación a Santiago. El apóstol Andrés había sufrido martirio en Acaya en el año 62, lo que explicaba la posesión de la reliquia por el prelado. Al parecer, éste murió en el anonimato en Estella y fue enterrado en el claustro de la parroquia de San Pedro de la Rúa.

En el medievo, la ciudad fue visita por Ameryc Picaud, autor del Códice Calixtino, quien se mostró crítico con las gentes de esta región, pero muy generoso con Estella: Fértil en buen pan y excelente vino, así como carne y pescado, y abastecida de todo tipo de bienes.

Frente a las aguas venenosas de otros ríos, el viajero medieval también alabó las cualidades del Ega, un río de agua dulce, sana y extraordinaria. Elogios similares a los recibidos por Estella solo los mereció Carrión, Sahagún, León y Santiago.

Como gran parte de la España interior, en épocas modernas pasó una historia languideciente. En el siglo pasado tuvo momentos de intensidad histórica durante las luchas carlistas.