Ocio y gastronomía
Recomendaciones de ocio y gastronomía en Einsiedeln.

Mercado de Navidad en Einsiedeln, ante el Monasterio. foto: Einsiedeln-Ybrig-Zürichsee AG
Como en muchos lugares de Europa, en torno al monasterio surgió una población en la que se ubicaban los artesanos, servidores y fondas para los peregrinos…
Pero en Einsiedeln el proceso se reforzó por varias razones. Una de ellas por ser a la vez ciudad destino de peregrinación (La Virgen Negra) y ciudad de arranque de una vía peregrina (A Santiago de Compostela); a ello se añade su enclave, en medio de un paisaje propicio para el turismo de todas las estaciones del año, y en gran medida el invernal. De este modo, las fondas y tabernas de antaño son ahora excelentes establecimientos hoteleros y magníficos restaurantes, y el paisaje está surcado por numerosos itinerarios paseables, por montañas y a la vera del lago del Sihl, en tanto que la zona tiene gran atractivo para la práctica del esquí.
Esquí, para todos
El viajero que llega en invierno encuentra en las inmediaciones, al lado mismo del monasterio, puntos en los que puede practicar y aprender a esquiar, pero en las cercanías también tiene estaciones para esta práctica: Hoch Ybrig y Mythen. A ello se añade la posibilidad de uso de los trampolines de Einsiedeln
La cercanía de Zúrich, que facilita los accesos por carretera, aeropuerto y ferrocarril, así como la potencialidad económica y demográfica de esta parte del país contribuye a elevar el nivel de vida y actividad de la zona
Si el viajero busca recorridos para practicar el ciclismo o caminar, los hallará en abundancia, tanto en el entorno inmediato como accediendo a las orillas del lago Sihl, o a las montañas que circundan la zona. En la oficina de turismo de Einsiedeln se facilita un folleto detallado, con rutas.
Y museos
También se puede completar la visita religiosa con otras ofertas, la más interesante el Panorama de la Crucifixión, que es una enorme pintura de 10 metros de alto y 100 de largo, mostrada en cuadro de 100 metros de largo, presentado en torno a una superficie circular. El inmenso trabajo es de finales del siglo XIX, realizada en Múnich por varios artistas. Por desgracia, el “panorama” ardió en 1960, en el curso de unos trabajos de renovación, pero se hizo uno nuevo, por Hans Wulz y Josef Fastl. Cinco millones de peregrinos y turistas lo han visitado durante los últimos cien años.
Para los amantes de la mineralogía, el Museo de Minerales de Einsiedeln presenta más de 1200 minerales y fósiles, tanto de Suiza como del exterior, en una colección creada por Adelrich Eberlea lo largo de cuatro décadas.
En el ámbito de la cultura hay otra joyita: la biblioteca Werner Oechslin, con más de 50000 volúmenes dedicados a la arquitectura, en un edificio creado por el arquitecto Mario Botta. Edificio, entorno y contenido hacen que la visita sea recordada.
Si lo que se desea es disfrutar con los temas gastronómicos, tal vez en Suiza no puede faltar una experiencia en torno a la leche, y en este caso es interesante la experiencias del Milchmanufaktur Einsiedeln. El proyecto surge en 2009, de la mano de una asociación de familias de agricultores, apoyada por la Asociación de Desarrollo Regional de Einsiedeln, que puso en marcha una iniciativa que complementa la producción lechera local con la fabricación de quesos y la restauración. Hay visitas guiadas que permiten conocer la fabricación quesera, la degustación e incluso la fabricación quesera por los propios visitantes.
También hay un museo dedicado a la producción de panes y tortas, el Goldapfel, que está vinculado a la historia de esta panadería que lleva unos 160 años fabricando diversas especialidades,
En general, hablar de cocina suiza es hablar que quesos, quesos que se disfrutan en “fondue” o en “raclette” o en el popular “Älplermagronen” que era la comida típica pastoril, en la que se enriquecen los macarrones, patatas cebollas con queso fundido. Quesos y natas, son elementos que dan un toque especial a las mesas suizas.
La ganadería local no solo está en el origen de la leche y los quesos, sino también acaba en las mesas en forma de preparados deliciosos como el Zürigschnätzlets, una carne de ternera con una salsa que se puede acompañar del popular rosti una especie de tortilla (sin huevo, en la que la patata se fríe en mantequilla
No faltan, como en todo este ámbito cercano al sur de Alemania, las salchichas, las cervezas y los Bretzel, el típico pan trenzado. Un sencillo puesto callejero nos permite disfrutar de un dedelicioso Bratwurst.