Figueres-Púbol
En enero de 1989, fallecía en Figueres (Girona) Salvador Dalí, un genio de las artes con una vida salpicada por la provocación y el surrealismo.
Un antiguo colaborador de Dalí, el francés Robert Descharnes, pensó que el año que ahora terminó(2004) y que ha estado dedicado a él por la conmemoración del centenario de su nacimiento, podía ser una buena excusa para trasladar sus restos.
Descharnes ha recogido más se setecientas firmas, y piensa recoger muchas más, para trasladar el cuerpo de Salvador Dalí desde su tumba en el Teatro-Museo Figueres hasta el castillo de Púbol, donde está enterrada su mujer, Gala, y donde él mismo Dalí pidió ser sepultado.
El asunto, no obstante, tiene difícil solución, porque en Figueres no están ni siquiera dispuestos a entrar en la polémica. Dalí está enterrado allí y punto.
Apenas tres días antes de la muerte del pintor, cuando todos conocían lo irremediable de la situación, Púbol comenzó a preparar la tumba que el propio pintor mandó construir en 1982, cuando murió su musa y esposa, Gala. Dalí encargó que se construyera una sepultura que albergara dos cuerpos y soportara dos lápidas. El interior está separado por un murete con una abertura, por donde Dalí quería agarrar la mano de Gala cuando le llegara la hora. Así se hizo la construcción. Gala descansa bajo la lápida de la derecha, pero Dalí no ocupa el lado izquierdo de la tumba ni agarró la mano de su esposa aquel enero de 1989.
Tumba de Salvador Dalí en la sala geodésica del Teatro-Museo de Figueres (Girona). La lápida no tiene inscripción. Sólo cuando se desciende a la exposición de joyas que hay bajo esta sala se descubre