La Plaza de Armas
Esta parte de Cuzco es realmente el corazón de la ciudad, donde sigue latiendo la historia.
Este era el núcleo de la capital imperial inca, punto de mercado y de grandes celebraciones. En torno al mismo se ubicaban palacios de los grandes del imperio.
A la llegada de los españoles, se construyeron en el lugar suntuosas casas coloniales, aprovechando grandes edificios para crear notables templos.
La plaza inca ocupaba la superficie de una zona pantanosa posteriormente desecada. A la llegada de las tropas hispanas, parte de la plaza se segregó, construyendo nuevas zonas residenciales.
Con la grandeza que le otorga su construcción cargada de vigor histórico y arte, la plaza cuzqueña es el punto más importante de la ciudad, en el que se han ubicado numerosos establecimientos de hostelería y restauración, así como negocios que prosperan al calor de la creciente marea de turistas.
La catedral y la iglesia de la Compañía son –aparte de las bellas casonas con magníficos soportales- los elementos más destacados de este lugar, en el que los incas celebraron sus victorias, donde Francisco Pizarro proclamó la conquista del territorio, y donde se celebraron todo tipo de eventos vinculados a la historia cuzqueña.
La gran explanada de la Plaza de Armas, en la que destacan los edificios de la Catedral y la Compañía. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.