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Qué ver en Cuzco

El Cuzco, o Cusco (Perú), es una de las más importantes ciudades de América, especialmente por su densidad histórica y patrimonial.

La Plaza de Armas La catedral Iglesia de la Compañía Iglesia convento de la Merced San Francisco Santo Domingo Coricancha San Blas Sacsayhuamán Machu Picchu 

La Plaza de Armas

Esta parte de Cuzco es realmente el corazón de la ciudad, donde sigue latiendo la historia.

Este era el núcleo de la capital imperial inca, punto de mercado y de grandes celebraciones. En torno al mismo se ubicaban palacios de los grandes del imperio.

A la llegada de los españoles, se construyeron en el lugar suntuosas casas coloniales, aprovechando grandes edificios para crear notables templos.

La plaza inca ocupaba la superficie de una zona pantanosa posteriormente desecada. A la llegada de las tropas hispanas, parte de la plaza se segregó, construyendo nuevas zonas residenciales.

Con la grandeza que le otorga su construcción cargada de vigor histórico y arte, la plaza cuzqueña es el punto más importante de la ciudad, en el que se han ubicado numerosos establecimientos de hostelería y restauración, así como negocios que prosperan al calor de la creciente marea de turistas.

La catedral y la iglesia de la Compañía son –aparte de las bellas casonas con magníficos soportales- los elementos más destacados de este lugar, en el que los incas celebraron sus victorias, donde Francisco Pizarro proclamó la conquista del territorio, y donde se celebraron todo tipo de eventos vinculados a la historia cuzqueña.

La gran explanada de la Plaza de Armas, en la que destacan los edificios de la Catedral y la Compañía. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

La gran explanada de la Plaza de Armas, en la que destacan los edificios de la Catedral y la Compañía. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

La catedral

El Cuzco posee una magnífica catedral, de época colonial, en la que se hallan representados diversos estilos arquitectónicos y magníficos elementos en materia de escultura, pintura y orfebrería.

Como muchos de los templos catedralicios, esta sede está dedicada a la Virgen María, a la Virgen de la Asunción, y se levanta en el centro histórico del Cuzco, en la Plaza de Armas.

La notable edificación ocupa el espacio palaciego del inca Huiracocha o Viracocha y está escoltada por sendas capillas. A su izquierda, el llamado Templo del Triunfo, y al lado opuesto el de la Sagrada Familia.

Cuzco fue una de las primeras diócesis americanas. Fue en 1536 cuando el papa emitió la bula de erección de la catedral.

Parece que el Templo del Triunfo sirvió a partir de 1939 como catedral, pero unos veinte años más tarde se inició una nueva basílica catedral, bajo la dirección sucesiva de Juan Miguel de Veramendi y Juan Correa, siendo culminada cien años más tarde por Miguel Gutierrez Sencio. Es una iglesia de tres naves con bóveda de crucería.

Como consecuencia de los trabajos de distintos maestros de la obra, en la catedral se hallan influencia del gótico final al barroco.

Asentada sobre una gran escalinata, la fachada es poderosa, de imagen horizontal, acentuada por las torres relativamente achaparradas y fuera de planta. En el hastial se ve la triple portada, que coincide con las tres naves existentes.

Suntuosos altares, notable orfebrería y pinturas de la famosa Escuela Cuzqueña dan interés a su interior.

También en la catedral está el famoso Cristo de los Temblores, obra del siglo XVII, muy querida en el lugar por ser protectora de la ciudad ante los terremotos.

La capilla del Triunfo es del siglo XVI y recibe el nombre de la victoria, es de tres naves, en tanto que el de la Sagrada Familia corresponde al siglo XVIII.

La catedral  de Cuzco, Perú. En primer término, el templo del Triunfo. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

La catedral de Cuzco, Perú. En primer término, el templo del Triunfo. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

Iglesia de la Compañía

Como en muchas ciudades católicas, la Compañía de Jesús realizó en la ciudad de Cuzco un templo magnífico, tal vez más espectacular que la propia catedral.

Se construyó sobre un solar en el que hubo un gran palacio inca y que fue propiedad del propio Francisco Pizarro.

Cuando llegaron los jesuitas a Cuzco (1568) iniciaron la construcción de un templo que duró poco tiempo, ya que cayó derruido por el terremoto de 1650. Pasado el trauma, se inició una nueva construcción, que concluyó en 1688, y que se tiene como una de las más notables obras barrocas de América del Sur.

Francisco Domínguez de Chávez y Arellano fue el arquitecto que puso en marcha el proyecto, aunque la magnífica fachada fue diseñada por el jesuita Fructuoso Viera.

Con planta de cruz latina y cúpula en el crucero, el templo destaca por la excelente fachada de gran riqueza ornamental.

La magnífica portada consta de tres cuerpos, con hermosa decoración barroca. A ambos lados, las dos torres hacen un excelente juego de formas. Son cinco cuerpos barroquizantes, salvo el primero, rematados por chapiteles achaparrados.

Retablos, lienzos, estatuas, dan una gran vistosidad a este interior sumamente rico, que en su tiempo destapó el recelo del cabildo catedralicio porque hacía palidecer el porte de la catedral. El pleito lo solucionó el virrey, que dio su apoyo a la Compañía.

La Iglesia de la compañía en la magnífica Plaza de Armas de Cuzco. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

La Iglesia de la compañía en la magnífica Plaza de Armas de Cuzco. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

Detalle de la fachada de la Iglesia de la Compañía, un monumental templo barroco cuzqueño. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

Detalle de la fachada de la Iglesia de la Compañía, un monumental templo barroco cuzqueño. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

Iglesia convento de la Merced

En 1535 los mercedarios fundaron en Cuzco el convento de La Merced, sobre un espacio cedido por Francisco Pizarro, muy cerca de la Plaza de Armas.

La iglesia, de apariencia sencilla, tiene el título de Basílica menor.

La primera estructura mercedaria cayó con el terremoto de 1650. Y sobre ella se reedificó el templo actual, de tres naves.

En la iglesia hay enterramientos de algunos de los primeros dirigentes llegados de la Península Ibérica, tales como Gonzalo Pizarro (hermano de Francisco Pizarro) y Diego de Almagro.

De la fachada, destaca la portada y la torre, coronada por un campanario barroco robusto y bello.

El interior tiene altares barrocos y neoclásicos, una buena sillería y pinturas de época colonial.

El convento posee un magnífico claustro de aires renacentistas

Es particularmente famosa la grandiosa custodia de oro y piedras preciosas, una de las más bellas de América.

Cuzco. Iglesia de la Merced. Portada. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

Cuzco. Iglesia de la Merced. Portada. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

La torre campanario de la Merced posee un acentuado barroquismo. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

La torre campanario de la Merced posee un acentuado barroquismo. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

San Francisco

El convento y la iglesia de San Francisco es un conjunto promovido en El Cuzco por los franciscanos, frailes que arribaron a la ciudad en época muy temprana.

Ya en la primera mitad del siglo XVI se edificó aquí el conjunto religioso, en el XVII se renovó, y tras el terremoto de 1650 se tuvo que reconstruir en buena parte.

El templo, de tres naves, cuenta con una torre robusta y rústica, el conjunto es sobrio y con aire de fortificación. Tiene un buen coro y buena pintura cuzqueña.

Tienen fama los magníficos claustros del centro religioso.

Iglesia cuzqueña de San Francisco. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

Iglesia cuzqueña de San Francisco. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

Santo Domingo Coricancha

El convento de Santo Domingo es síntesis histórica de Cuzco, pues aúna excelente arquitectura colonial con notables elementos incaicos.

El Coricancha era el templo dedicado al dios Sol (Inti). El magnífico edificio, de primeros del siglo XV, correspondió tras la conquista española a Juan Pizarro, quien lo cedió a un misionero dominicano, Juan de Olías, para que lo ocupara con su grupo misional.

El convento tiene diversos elementos artísticos que van desde los estilos renacentistas al barroco, así como variados elementos decorativos, que incluyen desde los azulejos andaluces a las pinturas de escuela cuzqueña.

La iglesia es de tres naves, con buena sillería y un robusto campanario barroco. Conserva también un bello claustro de dos niveles.

Fue en este convento, en 1548, donde se decidió la creación de los Estudios Generales que dieron lugar a la Universidad de San Marcos, primera institución universitaria de América. El impulsor de la idea fue Tomás de San Martín, fraile de la orden de Predicadores originario de Palencia, España, con una activa vida religiosa, cultural e incluso política en América.

Las estructuras de este bello convento se superponen con las del templo de Coricancha en el que se honraba al dios Sol-Inti, en un recinto en el que había que entrar descalzo, en ayunas e inclinado.

El lugar era el más sagrado de los incas, porque en él se rendía también culto a otras divinidades del panteón incaico.

Los restos que perduran muestran un fuerte muro delicadamente trabajado, y diversas construcciones que se incrustan en el convento colonial, y con una estructura de terrazas, al lado de un jardín sacro...

El templo de Coricancha, sobre el que se ven las estructuras del convento de Santo Domingo, en El Cuzco. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

El templo de Coricancha, sobre el que se ven las estructuras del convento de Santo Domingo, en El Cuzco. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

El templo de Coricancha, sobre el que se ven las estructuras del convento de Santo Domingo, en El Cuzco. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

El templo de Coricancha, sobre el que se ven las estructuras del convento de Santo Domingo, en El Cuzco. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

San Blas

Se trata de un barrio típico de la ciudad, relativamente humilde, con antiguas casas coloniales construidas sobre bases incaicas y en una zona de calles empinadas.

El barrio, de calles estrechas, se halla relativamente muy cerca de la Plaza de Armas y tiene fama por su arquitectura, tipismo, y por ser lugar donde hallar también algunas tiendas con artesanías y talleres familiares de artesanos. Algunos días hay en la zona ferias artesanales

La iglesia de San Blas es relativamente humilde, con un campanario espadaña que preside una sencilla plaza. Pese a su relativa humildad, está valorada por ser la primera de las que quedan edificadas en tiempo de la colonia.

Se dice que la iglesia fue erigida sobre un templo inca dedicado al dios Illapa, deidad del trueno y el rayo. Pese a su humildad ha soportado los fuertes terremotos que causaron estragos en siglos pasados. En su interior se alberga un notable púlpito churrigueresco, obra de artesanos locales.

Entre la Plaza de San Blas y la Plaza de Armas está la calle más popular para los viajeros que llegan a Cuzco: Hatun Rumiyuq, que significa Roca Mayor: Aquí se hallaba un destacado palacio inca que ahora es la sede arzobispal.

En la calle sobresalen las magníficas hiladas de construcción inca, sobre las que se erigen las arquitecturas coloniales. Los turistas fotografían tradicionalmente una piedra especial denominada “de los doce ángulos” en la que asombra la complicada factura y el excelente encaje con los bloques de su contorno, lo que nos recuerda la pericia de los canteros incas.

Plaza de San Blas, con la humilde espadaña del templo. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

Plaza de San Blas, con la humilde espadaña del templo. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

El barrio de San Blas cuenta con diversas casas coloniales construidas sobre bases incaicas. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

El barrio de San Blas cuenta con diversas casas coloniales construidas sobre bases incaicas. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

La famosa Piedra de los doce ángulos. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

La famosa Piedra de los doce ángulos. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

Sacsayhuamán

Sacsayhuamán es una fortaleza y centro ceremonial cuzqueño del periodo inca, que se halla a unos dos kilómetros de la ciudad.

Es obra del siglo XV, que alcanzó su esplendor en el momento previo a la conquista colonial y que también estaba vinculada al culto a Inti, el dios Sol.

La construcción es muy grande, abarca más de 3000 hectáreas, y se halla en una zona alta, desde la que se domina la ciudad. Tiene una forma irregular, con muros hechos con inmensas piedras finamente trabajadas y ensambladas.

En el conjunto había unos colosales muros y en el interior diversos templos (como el de la Luna), espacios de almacenes, torreones, túneles, una laguna y otras construcciones rituales, etc.

El espacio sigue siendo investigado porque hay muchas incógnitas aún sobre el mismo.

A pasar de la destrucción de la época de la conquista; de su saqueo para obtener piedras para construir casas de la ciudad, y hasta de la falta de protección rigurosa de las autoridades, el conjunto sigue siendo sorprendente.

Cada a24 de junio se sigue celebrando una ceremonia popular que recuerda la tradición del culto al dios Sol o Inti

No lejos de la ciudad aún hay otras ruinas de gran importancia con Kenko o Qenko, un notable santuario, o el sitio arqueológico de Tambomachay o Tampumachay, que pudo ser un lugar dedicado al culto al agua.

Imponentes muros de la fortaleza de Sacsayhuamán. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

Imponentes muros de la fortaleza de Sacsayhuamán. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

Tambomachay o Tampumachay, con sus pequeñas cascadas de agua. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

Tambomachay o Tampumachay, con sus pequeñas cascadas de agua. Fotografía de Hernán Diego García. Guiarte.com.

Machu Picchu 

Para la mayoría de los viajeros, una visita inseparable a la ciudad de Cuzco es la de Machu Picchu (Montaña Vieja, en quechua).

Se trata de un gran poblado-santuario ubicado a 2.430 metros de altura en un paraje de belleza espectacular, en medio de un bosque tropical de montaña.

El poblado es una gran construcción arquitectónica del Imperio Inca en la época de su apogeo, siglo XV, con edificios, muros y terrazas que parecen esculpidas en el propio paisaje verdeante, enmarcado por las cimas de Machu Picchy y Huayna Picchu.

En el poblado hay bastante que ver: los espacios agrícolas; el poblado, de magnífica construcción; las plazas y templos, entre ellos el templo del sol, el intiwatana, a la vez observatorio y altar, etc.

Machu Picchu está en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1983. Para acceder los turistas suelen el tren que conduce desde Cusco a las faldas de la montaña, un trayecto ameno por la belleza del paisaje y la variedad de las gentes. También hay una vieja y larga senda que recorre el trayecto entre el Cuzco y este mítico lugar. Es una ruta para aventureros que exige varios días de camino difícil.

Machu Pichu. Fotógrafo: Malempré, Georges. UNESCO

Machu Pichu. Fotógrafo: Malempré, Georges. UNESCO

Machu Picchu, Patrimonio Mundial de la UNESCO. Imagen de Hernán Diego García

Machu Picchu, Patrimonio Mundial de la UNESCO. Imagen de Hernán Diego García

Machu Picchu, Patrimonio Mundial de la UNESCO. Imagen de Hernán Diego García

Machu Picchu, Patrimonio Mundial de la UNESCO. Imagen de Hernán Diego García

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