Testamento de la reina de La Alpujarra
La única documentación que existe sobre el testamento de Morayma está recogida en un el proceso de un pleito entre cristianos.
El último promovido por la Inquisición de Llerena en 1509 contra la viuda e hijos de Pedro de Zafra por heredar las posesiones de Morayma en Mondújar. Todo esto fue descrito por Manuel Gómez Moreno en la revista Al Andalus, volumen VII, publicado en el año 1942, quizá el último en el que alguien habló de Morayma. Es como si el destino quisiera que esta mujer quedara permanentemente unida a la combinación caprichosa de estos números.
Informan de la esposa de Boabdil un pasaje de Hernán Pérez del Pulgar, editado en Sevilla en 1527 y del que se conserva un único ejemplar en la Real Academia Española, y tres expedientes judiciales.
Uno de los testigos propuesto por la defensa de la viuda de Pedro de Zafra, doña Guiomar, declaró el 5 de diciembre de 1516 sobre los bienes de la iglesia de Mondújar. Fernando Auldulbirí declaró en este juicio en calidad de alguacil de Mondújar. Su testimonio, por tanto, tenía su importancia y sus palabras ser ciertas y verdaderas. El alguacil dejó claro ante el tribunal que las tierras que pretendía la viuda de Pedro de Zafra habían pertenecido a Morayma, que a su vez las heredó de su madre, la mujer de Aliatar. Fernando Auldulbirí lo dejó dicho y escrito muy claro. Estaban preguntándole por la hazienda de la rreyna mora, muger del rrey chiquito.
Pero el alguacil de Mondújar no dejó ahí su testimonio. Quería dejar claro que era amigo y conocía bien a los demandantes. Ferrando Audulbirí, alguazil y vecino de la dicha alcaria de mondújar, que ha comido y bevido muchas veces en casa de pedro de Çafra e su muger y ellos en casa del testigo muchas veces
El testimonio de Auldubirí tenía mucha más importancia de lo que pueda parecer en un principio. No obstante, el mismo reconoció en su declaración ser hijo de uno de los mayordomos de Morayma. Por tanto, encontramos un personaje que conoció y vivió junto a la última reina de Granada. Y así lo describe el escribano durante el juicio: Que sabe que todos ellos (los bienes) fueron de la madre de la dicha rreyna, y que después de fallesÇida...los ovo y heredó della la dicha rreyna su fija (lo cual sabe porque el padre del testigo fue mayordomo de la dicha reina)- (Que el testigo) las vido tener e poseer a la dicha rreyna mas de treynta años antes de que muriese e que sabe que murió en andarax.
Durante su declaración aparece una nueva referencia del conocimiento que el alguacil tenía de la muerte y del enterramiento de Morayma. Testificó que está enterrada en esta dicha alcaria de mondújar, y que si es necesario es que mostrará la sepultura dó está enterrada.
Pero Ferrando Audulbirí sigue abriéndonos los ojos quinientos años después. Tras conocer su relato con pelos y señales, sabemos cómo fue el testamento de Morayma y también un dato que podría esclarecer a los investigadores y a los historiadores sobre el lugar en donde pueden encontrarse los restos de Morayma. El alguacil deja claramente dicho al relatar el testamento de la reina que la mitad de toda la hacienda era para la iglesia de Mondújar que entonces era mesquita. Desgraciadamente no hemos podido encontrar documentación que pueda acreditar que la actual iglesia de Mondújar está construida sobre los restos de aquella mezquita a la que Morayma cedió gran parte de sus posesiones terrenales.
Así, textualmente, lo contaba el escribano recogiendo las palabras de Fernando Audulbirí durante el juicio: Que la dicha hazienda y bienes y heredades quando la dicha rreyna murió dexo mandado que fuese partida en tres partes en esta manera: la meytad de toda esta dicha hazienda para la iglesia que agora es en mondújar, que entonces era mesquita, y la otra meytad se partiese en dos partes, la una quarta parte para el alfaquí de la dicha mesquita porque touiese cargo de yr a rezar la Çala sobre la sepultura do está enterrada la dicha rreyna, el qual avía de yr a rrezar a la dicha sepultura dos veces cada semana para siempre jamás.
Pero esta declaración nos describe aún más la personalidad de esta mujer. Morayma dejó parte de sus tierras a Hamet Aziguy, Helil Açogayar y Mahomat Almeyres para que la cuidaran y labraran. También dejó dicho que la mitad de lo obtenido por el cultivo de las tierras lo entregaran a la mezquita, al alfaquí y a sus mayordomos. Queda claro, pues, que la reina quería que las personas más allegadas disfrutaran de sus posesiones y se repartieran equitativamente los productos y las rentas que de ellas se podían obtener. De hecho, según este mismo relato, el testigo, Fernando Audulbirí era uno de los beneficiarios de la herencia de Morayma ya que según él mismo dijo al principio de su declaración, su padre fue mayordomo de Morayma. Por tanto, el que testificaba, al mismo tiempo era heredero.
Así de lo contó textualmente el alguacil: La otra quarta parte que fuese para uno que se desía hamet aziguy e para otro que se desía helil aÇogayar y para otro que se desía mahomat almeyres, a los cuales dexó mandado que touiese cargo de curar todas las dichas heredades y de las labrar y acudir con la meytad de los frutos e rrentas de la dicha hazienda a la dicha mezquita, y la otra meytad partiese de por medio con el alfaquí de la dicha mezquita, y la otra meytad para los mayordomos.
Una lectura más reposada de este testamento puede hacer creer que Morayma redactó este documento cuando no pensaba en partir hacia Marruecos, ya que estaba convencida de que su sepultura iba a permanecer por muchos años y que, por muchos más, los responsables de la mezquita iban a cumplir su deseo de rezar sobre ella dos veces en semana. También pudo ser posible que la última reina mora de Granada pensara en terminar sus días en esta fortaleza que construyera su suegro Muley Hacen.
La importancia de Mondújar para Morayma parece que está clara si creemos a Mármol cuando la describe como una fortaleza con jardines y huerta para su recreo en la que se refugió y murió Muley Hacen cuando su hijo Boabdil se sublevó contra él. También pudo ser importante Mondújar para Morayma, si consideramos las hipótesis que hablan de ella como una tenencia o residencia de su padre, el famoso Alatar de Loja.
Sea como fuese, lo que sí parece quedar clara es la intención de Morayma de permanecer para siempre sepultada bajo estas tierras y su gran devoción a la mezquita y lo que ello representaba. También parece importante resaltar que, según los encargos que hizo en su última voluntad, nunca pensó que la cultura y religión musulmana pudieran desaparecer del Reino de Granada.
Hay otras declaraciones que apoyan esta primera de Ferrando Audulbirí. Así, por ejemplo, una mujer llamada Isabel Nihiriza, además de confirmar el testimonio anterior, señala que Morayma está enterrada junto a otros reyes granadinos que fueron traídos hasta Mondújar desde Granada. Isabel Nihiriza no hace con este testimonio nada más que confirmar que los cuerpos de los enterrados en la Rauda de la Alhambra están también, junto con Morayma, en algún lugar del Mondújar.
Así lo cuenta esta mujer: Puede hauer xx años, poco más o menos tiempo, que vido traer a esta alcaria a la dicha rreyna mora muerta en vn arca o en vn ataud e la vido enterrar en un haÇa adonde estauan enterrados otros rreyes moros que los auian enterrado en Granada y después los troxeron a enterrar allí do la dicha rreyna se enterró después.
Otro testimonio aporta, sin embargo, un dato más interesante sobre el particular. Se trata del único documento de los encontrados que nos puede hacer creer que Boabdil trasladó hasta Mondújar a su mujer recién fallecida, la enterró, ejecutó el testamento y se volvió a la alpujarra almeriense. Este dato daría a entender que Boabdil no pudo enterrar a Morayma en Laujar y meses después trasladarla hasta Mondújar.
Así por lo menos se puede entender de este testimonio que depuso: ....que después que la dicha rreyna mora dispuso de la dicha hazienda y bienes y falleçió desta presente vida, que el dicho rrey su marido en el mismo año se fue luego a andarax e después de ido, en el mimso año que el dicho rrey chiquito se pasó allende, luego vino el dicho pedro de çafra...y se...apoderó de todas las dichas heredades...
Otro detalle importante es la presencia de un solo hijo en los funerales de Morayma, por lo que también podemos suponer que el otro murió durante su secuestro por los Reyes Católicos o en Laujar de Andarax cuando ya vivía con sus padres. Esto lo explica otro testigo que declara que el rey la trajo muerta dende andarax a la dicha alcaria de mondújar, donde la enterró él y otros caualleros moros criados suyos y de la dicha rreyna, que allí se hallaron, donde primeramente auían sido enterrados y sepultados otros rreyes moros predeçesores y parientes de la dicha rreyna..., y que... luego a la sazón el dicho rrey su marido, en presencia del pequení y otros cadís, alfaquís y moros viejos y honrrados que allí se hallaron, el dicho rey abaudil y... fizo partición de la dicha hacienda...
Esta última declaración también nos cuenta quiénes asistieron al entierro. Allí estuvieron el Rey y su hijo, alcaldes y jueces de Mondújar y otras poblaciones, y sabios y médicos importantes de la corte de Boabdil. Así debemos entenderlo si consideramos a los cadís como alcaldes o jueces y a los alfaquís como sabios y médicos. Este último testimonio vuelve a describir que Morayma fue enterrada donde primeramente habían sido enterrados y sepultados otros reyes moros predecesores y parientes de la dicha reina. Es decir, otro testimonio que afirma claramente que los anteriores gobernantes de la Alhambra y su propio padre Aliatar están enterrados en Mondújar.