Naturaleza, religión, historia y arte
En medio de un paisaje cuajado de belleza perviven los vestigios de un tiempo cargado de oraciones e historia.
El paisaje de la cabecera del Oza es entrañable. En los recodos de los valles sorprende la hermosura del paisaje, y en los caseríos se encuentran vestigios que nos hablan de milenios. Por doquier reina la soledad.
He dudado en escribir este artículo por varias razones. La primera, el egoísmo del viajero que prefiere seguir disfrutando de estos territorios con su belleza absoluta y solitaria. Sé que si esta tierra se masifica perderá mucho encanto. La segunda, porque el tipismo y la calidad de la arquitectura tradicional se perderán también a medida que los “modernos” tomen interés por la zona y transformen lo que es maravillosa arquitectura popular en un parque temático de extrarradio.
Aún así, paso a hablar de estos lugares, esperando que las autoridades –especialmente las de Ponferrada, ciudad a la que pertenece la Valdueza- hagan algo positivo por la conservación, puesta en valor y mantenimiento de los valores naturales, históricos, artísticos y etnográficos de la zona, que son inmensos.
Tejados de Montes de Valdueza, desde la iglesia de San Pedro de Montes. Imagen de guiarte.com. Copyright
Enterramiento de San Fortis, en Peñalba de Santiago. Guiarte.com. Copyright