París, 13 de enero de 2014
Con una serie de dibujos y pinturas que rara vez se muestran al público debido a su estado de conservación, esta exposición pone de relieve el trabajo de recopliación de Étienne Moreau-Mélaton y de su padre y su abuelo. Una labor que contribuyó en la percepción del arte del siglo XIX en las colecciones nacionales francesas.
Étienne Moreau-Nélaton (1859-1927) fue uno de los donantes más generosos del Louvre, con una excepcional donación de más de 100 pinturas y dibujos. Moreau-Nélaton era el hijo de una rica familia de financieros. Un entusiasta amante y coleccionista de arte, que también se dedicó al mundo de la pintura, la cerámica y la litografía.
Eugène Delacroix ocupa un lugar especial en la colección de Moreau-Nélaton. El abuelo de Étienne, Adolphe Moreau el Viejo (1800-1859), fue uno de los primeros grandes coleccionistas de Delacroix, ya que reconoció "cualidades sobresalientes del genial y perspicaz dibujante". Delacroix y Moreau tuvieron amistad hasta la muerte del financista. Su hijo Adolphe Moreau el Joven (1827-1882), miembro de alto rango del Consejo de Estado y padre de Étienne, compartió su admiración por el pintor, y fue el primero en intentar un catálogo de sus obras. Moreau- Nélaton continuó el trabajo de su padre como historiador del arte.
La herencia de Delacroix. Obras Maestras de la colección de Étienne Moreau-Nélaton
Organiza: Museo del Louvre
Sede: Musée Eugène-Delacroix
Dirección: 6, rue de Furstenberg. Paris
Hasta el 17 de marzo de 2014
Fantasía árabe. Eugène Delacroix.
Caballero árabe atravesando un vado. Eugène Delacroix.