Imagen de Villar de Cañas, en medio del paisaje manchego.
Villar de Cañas
Por Gonzalo Mantecón Sáez
El municipio de Villar de Cañas, se encuentra situado a camino entre la Serranía y la Mancha conquense, dentro de la Comunidad de Castilla-La Mancha (España). Su altura es de 851 metros sobre el nivel del mar. El término municipal ocupa una superficie de 70.4 Kilómetros cuadrados.
Villar de Cañas se encuentra a unos 8 kilómetros de la autovía A-3 que une Madrid-Valencia, (salidas 124, 130 y 132). Al pueblo también conduce la carretera CM-3118 desde Villares del Saz, carretera por la cual también podemos llegar a Villaescusa de Haro y Belmonte.
En automóvil se tarda una hora hasta Madrid y unas dos horas a Valencia. El municipio se encuentra situado en un llano, cercado de colinas. Su clima es seco y frío con grandes oscilaciones térmicas, llegando a rozar los 40 grados de temperatura máxima en verano y bajando a temperaturas por debajo de cero en los meses de invierno.
El río Záncara, afluente del Guadiana, atraviesa su término municipal proporcionando una fértil vega, además de un riachuelo denominado Sanguijuelas que atraviesa el paraje conocido como Vegafría.
Su población según el censo de 1999 es de 441 habitantes. No obstante, cuenta con una población global cercana a las 2000 personas si se contabilizan quienes poseen vivienda en el pueblo, y que por razones de trabajo residen en Madrid, Valencia, Cuenca, etc.. La urbanización Casalonga, de gran extensión y es utilizada como segunda vivienda, en su mayoría, por personas residentes en Madrid.
La economía local se basa en la agricultura, cereales, girasol, ajos, sin olvidar la ganadería: algunos cientos de cabezas de ganado lanar. También es de destacar el sector de la construcción, talleres de aperos agrícolas y el sector servicios que atiende a la importante clientela que llega para las fiestas y la época estival.
La aldea de Villar de Cañas, situada en el camino real de Madrid a Valencia, alcanzó los 220 vecinos en 1665, cuando dejo de pertenecer a Montalbo y adquirió el rango de Villa, con jurisdicción propia.
Tenía una gran posada medieval y una especie de venta, donde descansaban los transeúntes y arrieros, existiendo cuadras para sus animales y contando con un gran pozo (existente aun en la plaza), a cuyo alrededor brotaban grandes cantidades de cañas dulces, siendo conocida como la Villa de las Cañas
Aparte de una ermita del XVII, el monumento principal de la población es la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Sobria, de inspiración renacentista y de excelente construcción.
Más información en la página web local de Villar