Villacastín, con la sólida iglesia. Foto guiarte. Copyright
En un importante nudo viario, cruce de la carretera Madrid-Coruña con la que va de Ávila a Segovia, se halla la población de Villacastín, municipio de unos 1500 habitantes, pero de relativo interés histórico, cuyo conjunto urbano está dominado por una recia y excelente iglesia. La población, que tiene el título de villa desde el siglo XVII, ha dado notables hombres de armas y religiosos y un notable arquitecto del siglo XVI, fray Antonio de Villacastín.
La comarca es buena en el ámbito de la gastronomía, y tradicionalmente se estima el ganado vacuno de la misma. Es terreno donde enlaza la montaña y la paramera, por eso también es territorio de ganadería lanar.
La poderosa iglesia, según se dice, fue diseñada por Rodrigo Gil de Hontañón e iniciada en el siglo XVI. Las obras duraron hasta el principio del XVII. En las mismas parece también intervino fray Antonio de Villacastín, cercano colaborador de Juan de Herrera. El estilo herreriano se percibe en la fachada y en la sólida torre.
El interior tiene valor. Los retablos, excelentes, son del XVI, y el órgano barroco.
En el conjunto urbano aparecen varias casas solariegas, en las que destacan sus respectivos escudos nobiliarios. Es interesante la plaza Mayor, con casas de soportales. La construcción tradicional de la zona contaba a su favor con la abundancia de granito .
El lugar tuvo antaño una vitalidad en materia hostelera, que se cortó en parte con la construcción de la autopista del noroeste. Sin embargo cuenta Villacastín con varios hotelitos y restaurantes.