La calle principal de Vega de Magaz, urbanizada hace bastantes décadas, fue uno de los centros neurálgicos de la vida cepedana de mediados de este siglo, merced a sus entidades comerciales y fabriles.
VEGA DE MAGAZ, al igual que Porqueros y Brañuelas, conserva cierto aire decadente, debido a que en un tiempo fue importante lugar de comercio por estar al lado del ferrocarril y ubicarse allí los almacenes de los patateros. Allí llegaban, por la carretera de Villamejil, innumerables toneladas de tubérculos producidos en el valle del Río Tuerto. Hoy ya están cerrados los almacenes de patatas y la vida económica del lugar es languideciente. En el entorno de la Estación conserva buenas casas de este siglo, y en el núcleo cercano al río subsiste alguna edificación tradicional. La bella iglesia, por desgracia, se sustituyó en la segunda mitad de este siglo por un edificio sin interés.
La localidad, como se detecta en su nombre, perteneció al señorío de Valdemagaz y esta incluida en el ayuntamiento de Magaz de Cepeda. Allí, tradicionalmente se cultivó cereal, patatas y pastizales. También era zona de ganadería y caza. En este siglo recibió un impulso económico merced al ferrocarril y la iniciativa privada, que fomentó la electrificación y la instalación de una fábrica de harinas. Vega es buen lugar para el cicloturismo y los paseos. Tiene cerca –entre Vega y Benamarías- un castro de época astur-romana, donde se identifica perfectamente el asentamiento, su embalse para abastecimiento de agua y alguna conducción de agua.