Tardajos

Por Artemio Artigas
Se trata de un lugar con larga historia, pero en el que se notan los efectos de las modernas edificaciones de uso residencial, que alteran un casco en el que existen también sólidos edificios de piedra y mampostería.

La antigüedad del lugar se testimonia con el yacimiento arqueológico de Deobrigula, en el páramo de El Castro, donde se han hallado elementos prerromanos y romanos. Tuvo activa vida en la Edad media, y siempre conservó una elevada población, siendo unos de los mayores centros urbanos del entorno de la ciudad de Burgos. Incluso en el diccionario de Madoz, siglo XIX, se atestigua una población de más de medio millar de personas. En la actualidad ronda el millar de habitantes.

Asentado en el los campos regados por el Arlanzón y el Urbel, Tardajos siempre ha conservado una vigorosa actividad agraria, de regadío.

La iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora ocupa una elevación en el casco urbano, es un sólido edificio de piedra, obra de distintas épocas, que ocupa el lugar en el que parece que hubo un pequeño castillo, del cual pudo aprovecharse la propia torre campanario, cuya parte superior es ya de época barroca.

Aunque con bases medievales, la mayor parte del edificio es del XVI y XVIII. En su interior alberga varias imágenes de interés, de época gótica y barroca.

Esparcidos por el pueblo, junto con alguna buena casa de piedra, aparecen un típico crucero, una bella arcada coronado por un escudo y el colegio de los Paúles, creado en 1892, a partir de un viejo edificio señorial y cerrado en torno al 2.000, al descender las vocaciones religiosas. En la actualidad es una residencia de ancianos.