El monasterio de San Lorenzo del Escorial, desde la lejanía, en primavera. Foto guiarte. Copyright
El gran altar de la basílica fue diseñado por Juan de Herrera. Foto guiarte.
A unos 50 kilómetros de Madrid, dirección noroeste, en la falda de la sierra, se halla la localidad de San Lorenzo del Escorial, en torno a la cual hay hermosos paisajes y centros de interés artístico e histórico.
La ciudad, de excelentes casas, muchas de ellas de granito, se desarrolló al norte del conjunto escurialense que mandó construir el rey Felipe II en el siglo XVI. Hasta aquel momento, la población apenas alcanzaba los cien vecinos, cifra que ha ido creciendo a lo largo del tiempo, hasta los 10.000 habitantes que tiene ahora, aproximadamente.
El ferrocarril, en el siglo XIX y el turismo, en el XX han sido claves para este desarrollo.
**El casco urbano tiene consideración de monumento histórico-artístico, y el monasterio es Monumento de Interés Mundial en el catálogo de la UNESCO.
MONASTERIO** El Monasterio de El Escorial fue mandado construir por Felipe II tras la batalla victoriosa sobre los franceses en San Quintín (año 1554). La primera piedra se colocó en abril de 1563. Juan Bautista de Toledo dirigía la obra.
A la muerte de Toledo le sucedió en la dirección de la obra Juan de Herrera, en 1567. La inauguración del magnífico templo ocurrió en 1595.
Fue concebido desde un principio como un todo integral, con basílica, monasterio, palacio real y panteón real; Completándose todo con una grandiosa biblioteca, donde se atesoraron magnificas obras.
El edificio tiene planta casi cuadrada, con torres en las esquinas. La entrada principal da acceso a un gran patio, abierto ante las torres de la basílica.
El patio, aludido, sobrio y grandioso, es uno de los dieciséis del edificio. Se llama Patio de los Reyes, porque en él destacan las estatuas de seis reyes de Judea, que adornan la fachada basilical.
La basílica es de noble estructura, con tres naves y una estupenda linterna. El retablo fue diseñado por Juan de Herrera; hay frescos de Lucas Jordán y Cambiasso, y estatuas orantes, en torno al altar, de Carlos I y Felipe II, de Pompeyo Leoni.
El panteón está bajo la Capilla mayor, y allí permanecen los restos de casi todos los reyes de España desde Carlos I, en un recinto octogonal.
En las salas llamadas del Palacio hay una zona de Felipe II, cargada de austeridad y sentido cristiano(desde su lecho se veía el altar mayor), y otras de los Borbones, más lujosas, con excelentes salas y tapices.
La Biblioteca es magnífica. Se accede a ella desde la entrada principal, por unas escaleras. El recinto tiene frescos de Carducho y Tibaldi. Allí hay 40.000 volúmenes, valiosísimos muchos de ellos. Entre éstos un manuscrito de San Agustín, siglo V, y unas Cantigas de Alfonso X el Sabio. Otros atractivos de la zona: Hay más que ver en la localidad. La Casita del Príncipe y la del Infante, de Juan de Villanueva; la iglesia local, del mismo arquitecto, y el paraje de la Silla de Felipe II(a unos 5 kilómetros al sur por una carreterita estrecha), donde hay un roquedo que era el mirador que utilizaba Felipe II para vigilar cómo marchaban los trabajos, en medio de un robledal.
VALLE DE LOS CAÍDOS Mención aparte merece el Valle de los Caídos, un enorme monumento funerario ideado por el general Franco para conmemorar las víctimas de su bando de la Guerra Civil española del 1936.
El monumento, construido desde 1940 a 1959. Consta de una cruz de 150 metros de altura realizada sobre un gran risco de granito.
Debajo hay una basílica subterránea de grandes proporciones, donde están enterrados Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera. Unido a la iglesia se encuentra un monasterio benedictino.
