El pantano de peñarroya está junto a las lagunas de Ruidera, entre este lugar y Argamasilla. Un castillo preside la zona de la represa. Imagen de guiarte.com. Copyright
Una imagen de las bellas lagunas. guiarte.com. Copyright
Estamos en una zona de atractivo turístico. Las lagunas de Ruidera son quince, situadas entre las provincias de Albacete y Ciudad Real. Al municipio de Osa de Montiel pertenecen varias: la Blanca, Conceja, Tomilla, Tinaja, San Pedro, Redondilla, La Lengua, La Salvadora, La Batana.
La Colgada comparte los términos de Ossa y Ruidera. Luego están las Morenilla, Coladilla, Cenagosa y –por fin- el embalse de Peñaroya.
Las lagunas se localizan en un valle excavado de una longitud de unos 27 kilómetros y desnivel de 120 metros. Son formaciones lagunares escalonadas, unidas mediante torrenteras y cascadas. Tradicionalmente se adjudican a éstas la cualidad de fuentes del Guadiana, río que luego desaparece.
Este grupo de lagunas es una importante zona húmeda, aunque deteriorada por el urbanismo especulativo (ahora mismo se está haciendo un monstruoso hotel encima de un otero que domina el paraje). Hay una buena población de aves acuáticas compartiendo el ecosistema con rapaces y fauna acuática.
La extensión de las lagunas es pequeña. Suelen tener forma alargada, paralela a las orillas del valle. Las mayores son las de San Pedro(1.600 metros de largo) Colgada y del Rey(2.500). Su profundidad es variable. No suele pasar de los 15 metros.
En las más altas, la presencia de barreras tobáceas hace que se creen cascadas y saltos de agua, cuando el líquido desborda la barrera pétrea. Sorprenden en ellas los tonos esmeralda y azulados.
Las lagunas bajas son menos rocosas. Sin acantilados tobáceos, tienen una formación más de charca, rodeada de cañaverales y espadañas, propicios para los hábitats de las aves acuáticas, aunque de belleza menos agreste.
En Ruidera hay un centro de recepción de visitantes, al lado mismo de la carretera que pasa junto a la laguna de Rey con dirección a La Solana. Tiene el teléfono 926528116.
También aparecen las lagunas en la ruta quijotesca, y en la mente del hidalgo, que al llegar a Barcelona y ver el mediterráneo no duda en acordarse del paraje manchego, un oasis en medio del territorio secano.
Desde Ruidera en la carretera que va dirección a Argamasilla de Alba, el viajero se encontrará con el castillo de Peñarroya, al lado mismo de la presa que cierra el embalse del mismo nombre. Al fondo Argamasilla, tan vinculada a la historia de Cervantes, y a la derecha podemos ver uno de los más bellos chozos de la zona, blanqueado, en medio del llano.
El pantano de Peñarroya es el que regula las aguas de este nacedero del Guadiana, que como un personaje encantado, se humilla y discurre por el subsuelo hasta aflorar mucho más adelante.
El castillo preside, altivo, el entorno de la presa. Peñarroya significa peña roja (en el ámbito mediterráneo abundan las Penya Rotja) que alude al color rojo de la peña en la que está edificada la fortaleza. Por aquí hubo poblaciones prehistóricas y un enclave árabe. El fuerte actual dataría del entorno del XII.
El castillo musulmán pasó a manos cristianas en el final del XII y luego se entregó a la Orden de San Juan. Actualmente tiene en su interior un santuario, lo que facilitó históricamente su conservación. Tiene sendos recintos murados, torre del homenaje, cuatro torreones y patio de armas.
Ruidera.
Ayuntamiento. Teléfono 926 528026
Centro de Recepción de Visitantes, en Ruidera, al lado de la carretera a Alhambra. Teléfono: 926 52 81 16
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