Roncal

RONCAL, TIERRA DE QUESOS Y TENORES

Por Miguel Moreno

En Navarra se vive bien, eso se nota en cualquier parte de la Comunidad Foral. Hay buenas tierras de cultivo, huerta, pastos, montes arbolados, atractivos turísticos, universidades, buena gestión... Pero lo que más sorprende es que el bienestar llega a cualquier rincón, por apartado que parezca.

Así, en las zonas montañosas de España es normal encontrar pueblos abandonados, economías de subsistencia o jubilados al sol. Pero el pueblo de Roncal, en el valle pirenaico del Esca, da la imagen contraria: fábricas de quesos, turismo, oficinas bancarias con puertas automáticas, museo, biblioteca y unas viviendas de categoría.

Las calles empedradas dan un toque rústico a un pueblo que ha sabido mantener sus señas de identidad, incluidas las chimeneas roncalesas, redondas, con agujeros laterales, y cubiertas para impedir la entrada de la nieve.

De Roncal era el tenor Julián Gayarre, que aún conserva la fama a pesar de su corta vida (1844 a 1890). Sus paisanos lo recuerdan con un museo en la parte alta del pueblo.

La armonía del conjunto urbano contrasta con la mastodóntica iglesia, que domina desde la altura todo el caserío.

El entorno es paradisíaco, sobre todo con sol y en otoño; y los alrededores, hacia la Foz de Lumbier o en el canal de Berdún a Ansó, tienen algunos de los mejores paisajes del norte de España.

GASTRONOMÍA Y COSTUMBRES:

Aunque en la comarca recomiendan los chuletones y la carne en general, lo mejor de Roncal son los quesos de oveja. No hay más que ver los pastos para imaginarse el producto final.

Aún queda la costumbre del “Tributo de las tres vacas” que Francia paga cada año en especie para poder usar los pastos de alta montaña.

Antiguamente se bajaba la madera por el río Esca en almadías, pero hoy ha desaparecido la costumbre. De vez en cuando, un grupo de nostálgicos recupera la tradición.

DATOS ÚTILES

Ayuntamiento de Roncal: teléfono 948 475136

Museo Julián Gayare: teléfono 948 475180