Riego de Ambrós. Foto de David Blanco García para Guiarte.com
Riego de Ambrós. Foto de David Blanco García para Guiarte.com
Por Artemio Artigas
Tras pasar El Acebo, la carretera sigue zigzagueando y llega a Riego de Ambrós. El pueblo siempre ha tenido escasa población, pues ocupa un lugar montuoso, en el que hubo tradicionalmente buena ganadería y colmenares, pero donde los cultivos no fueron abundantes. El catastro de Ensenada nos habla -1752- de cultivos de ferreñales y centeno, amén de castaños nogales, praderías y peñascales.
Había entonces en Riego 38 vecinos y seis viudas, pero se contaba entre ellos a un tabernero y un carpintero. También había panadería y un molino de dos ruedas.
Ya entonces se anota la existencia de un pequeño hospital, con dos camas, lo que atestigua el paso de trajinantes por este montuoso lugar.
En el diccionario de Madoz, siglo XIX, se anota la existencia de 50 casas; escuela, una iglesia parroquial (Santa María Magdalena) y dos fuentes de buenas aguas.
Hoy el lugar sigue siendo pequeño, aunque animado por el trasiego de los peregrinos que cruzan uno de los más bellos espacios del camino de Santiago.
Ubicado en una zona de fuerte pendiente, con hermosos paisajes, y relativamente cerca de Ponferrada y Molinaseca (a cuyo municipio pertenece) el pequeño lugar tiene al lado de su casco viejo de casas tradicionales algunas edificaciones con el típico estilo "neoruralista" de la zona y establecimientos de hostelería que atienden el paso de los peregrinos.
Lo más destacado, muy cerca de la carretera, la sólida edificación de la iglesia parroquial.