Cuando el embalse de Belesar baja de nivel, entre el verdor y la bruma aparecen los muros del viejo Puertomarín, y en el Miño se ven los restos del antiguo puente de origen romano. Foto guiarte. Copyr
Portada de la pequeña iglesia de San Pedro. Foto guiarte. Copyright.
Puertomarín, Portus Minei, paso romano del Miño, abrazaba el rio con sus dos barrios: San Pedro y San Nicolás, unidos por un puente romano, destruido en las luchas civiles del medioevo, reconstruido hacia 1.120 por otro favorecedor de la peregrinación, Pedro Peregrino.
Esta es zona de densa historia, refrendada por ruinas como las del monasterio de Loio, primero templario, y más tarde cuna de la orden militar de Santiago.
Pero en 1962, un embalse inundó el valle y en un altozano alzaron una nueva ciudad, con más sabor a lugar de repoblación del franquismo que a Galicia. Le salvan de la desgracia, su destacada posición, altiva y dominante, en medio de un paisaje verde y vigoroso, y la conservación de sus principales monumentos, reedificados con bastante cuidado: dos iglesias y sendos palacios de los siglos XVI y XVII. El edificio de mayor interés es el viejo templo de San Juan, hoy parroquia de San Nicolás, monumento-fortaleza que correspondió a la orden de San Juan de Jerusalen, encargada de guarnecer el paso estratégico sobre el Miño y dar cobijo a los peregrinos.
La sólida construcción, de fines del siglo XII y principios del XIII, tiene nave de cinco tramos, con garitos en su tejado, unidos por caminos de ronda cubiertos.
La obra fue realizada por artistas del taller del maestro Mateo, que imprimieron su sello en las tres portadas, e influyeron en otros templos notables, como el de San Esteban de Ribas de Miño, aguas abajo del rio.
La otra portada románica es la de San Pedro, pequeña, similar a otras de la región, y del siglo XII.
En Puertomarín, el viajero se asoma con añoranza sobre el puente, contemplando el espejo de agua del embalse de Belesar, con una remota esperanza de ver a través de la espesa lámina los restos de las casas del viejo pueblo, los vestigios del puente romano, por donde pasaron los primeros peregrinos del medioevo en su camino al templo del apóstol...
Del Libro, El Camino de Santiago para Paganos y Escépticos
Puertomarín tiene algo más de dos mil habitantes, hay algún lugar para comer y tomarse el tradicional aguardiente de la tierra. Suele tener animación festiva en verano y celebra una fiesta del aguardiente en primavera.