Peñalba de Santiago. Foto Guiarte Copyright
Cascada en las cercanías de Peñalba de Santiago. Foto Guiarte Copyright
Arquitectura rural en Peñalba de Santiago. Foto Guiarte Copyright
Portada de la iglesia de Peñalba de Santiago. Foto Guiarte Copyright
El lugar, con apenas dos docenas de habitantes censados, pertenece al municipio de Ponferrada y se halla en medio de un terreno fragoso de los Montes Aquilianos.
Esre es un territorio privilegiado, habitado por eremitas desde la Alta Edad Media, como se prueba en la Iglesia del lugar, y en el cercano monasterio de San Pedro de Montes. Lamentablemente la localidad ha sido excesivamente intervenida, con lo que ha perdido gran parte de su encanto.
Cuidado con la carretera, porque es sumamente estrecha y sinuosa. No caben dos coches cómodamente, por lo que la velocidad puede ser suicida. El observador verá que en muchos trechos la ruta avanza a la misma altura faldeando el monte; esto se debe a que parte de la misma está construida sobre la estructura de los canales que los romanos utilizaron para las explotaciones auríferas de Las Médulas.
Pasado el desvío de San Pedro de Montes y poco antes de llegar a Peñalba, el riachuelo va rumoroso a la izquierda y a la derecha queda una airosa cascada. Está señalizada.
El pueblo tiene una arquitectura tradicional interesante, pese a que numerosos lugareños han reconstruido las casas al estilo de un parque temático; para más desgracia, se ha empedrado todo con evidente mal gusto. Quienes conocimos el lugar hace décadas añoramos la vieja Peñalba, pero quien no la conoció no la va a echar de menos; es más, quedará encantado con el producto que le venden.
Este es un lugar donde habitó San Genadio, que habitó en los inicios del siglo X por el valle (San Pedro de Montes) y después de ejercer como obispo de Astorga se retiró de nuevo en el entorno de Peñalba, donde murió en el año 936. Una cueva cercana a Peñalba dicen que estuvo habitada por el asceta.
De esa época es el monasterio del lugar, del que se conserva la iglesia, muy famosa en los ámbitos artísticos por su portada, formada por dos bellísimos arcos de herradura, sobre los que hay una arcada de descarga. Este monumento es una pequeña joya mozárabe, de planta de cruz latina. A los pies del templo, separada de él, hay una espadaña de románico rural.
En el Museo de León pueden ver una magnífica cruz procedente de este monasterio, una factura prerrománica de gran interés, regalada por el monasterio.
Las casas son típicas de esta tierra, con techos de pizarra y corredores, que se agolpan en una balconada natural contamplando el valle, en medio de un paisaje de enorme belleza
Hay varias casas rurales, y merece la pena quedarse en el entorno para saber lo que es el gozo del silencio y el paisaje, y tambien para hacer algunas excursiones. Hay rutas señalizadas. Además, muy cerca está el pueblo de San Pedro de Montes. Una joya inolvidable, aunque su patrimonio ha sido saqueado desde la desamortización hasta nuestros días.
El paisaje asombra por su hermosura, en la que se conjuga una flora rica y una orografía fragosa, mas propicia para el retiro mo la oración que para el aprovechamiento agrario. En el otoño es lugar es inolvidable.
Por Artemio Artigas