El templo de San Martín y los restos del castillo dominan la geografía de Mota. Foto guiarte. Copyright
El viajero que avanza por la Nacional VI no puede por menos que contemplar en la provincia de Valladolid la inconfundible silueta de Mota del Marques, población ubicada a la vera de cerro que corona un castillo, del que pervive, semiderruida, la poderosa torre del homenaje.
En el entorno de Mota se halla alguna zona con vestigios prerromanos, pero el mayor interés del pueblo se debe a sus monumentos del siglo XVI.
El lugar, regado por el humilde río Bajoz, tuvo mayor gloria pasada. Hoy habitan allí medio millar de personas, en una zona donde el principal medio de vida es, principalmente, la agricultura, especialmente cerealística, así como alguna ganadería.
Entre los personajes que alguna vez deambularon por el lugar figura Don Juan de Austria, que de pequeño estuvo al cuidado de Doña magdalena Ulloa, Toledo, Osorio y Quiñónes, hermana del primer Marques de la Mota.
A esta familia pertenecía el palacio de los Ulloa, del siglo XVI, construcción dirigida por Gil de Hontañón.
También es de Rodrigo Gil de Hontañón la iglesia de San Martín, magnífica construcción que preside el tejido urbano del lugar, con su excelente portada plateresca y su sólida torre, de época posterior. En el interior se conservan un excelente Cristo gótico y otras tallas de valor.
De esa época dorada de Mota del Marques, siglo XVI, procede también una excelente ermita, ubicada en las fueras del lugar, dedicada a la patrona del pueblo, a la que se organizan fiestas en septiembre.
En el entorno de Mota del Marqués hay también algún otros puntos de interés artístico, como Tiedra y, sobre todo, San Cebrián de Mazote, con su iglesia que conserva elementos mozárabes.