Estampa de calle con aire andaluz. En el fondo de la calle, una hornacina con la Virgen de los Dolores. Foto Miguel Moreno/guiarte. Copyright
Avenida del Mar. El arte, mal ubicado, pierde valor e interés. Foto Miguel Moreno/guiarte. Copyright
MARBELLA
Por Miguel Moreno
El caos, el ruido y el cemento son las características de Marbella. Sorprende que año tras año vuelvan los turistas para sumergirse en una vorágine de sol y sangría al pie de los apartamentos alquilados por semanas.
En ese ambiente típico de la Costa del Sol, Marbella tiene un carácter pretencioso, intentando ser un poco más "fina" que los pueblos de alrededor. Por ejemplo, ha llenado (mejor, ha saturado) con estatuas de Dalí la Avenida del Mar. Son tantas, que hasta dan miedo. "Horror vacui" del surrealismo, la avenida parece un salón de nuevo rico lleno de elefantes de cuero y tigres de porcelana, sillas de época y bandejas de plata.
Pues bien, en este marasmo hay una isla de quietud que puede sucumbir en cualquier momento: el Casco Viejo de Marbella, en el entorno del Ayuntamiento, conserva algunas casas antiguas encaladas, los naranjos que dan sombra y olor y un sabor antañón, de cuando en el pueblo sólo había pescadores, campesinos y viudas, y no la Babilonia de hoy en día.
El Consistorio es pequeño y coqueto, y tiene las puertas cerradas; se ve que no van mucho por allí los que mandan. Pero el mal gusto es contagioso, como casi todo, y ya va pringando algunas callejuelas y casas del Casco Viejo, marchitando los geranios y reconstruyendo con cemento las torres medievales.
Datos
Oficina de Turismo: Glorieta de la Fontanilla, s/n. 29600 Marbella. Tel.: 952 771442. Fax: 952 779457.
La ciudad está en la Costa del Sol, en un bello enclave paisajístico, entre Malaga y Gibraltar, bien comunicada por autopista y por el aeropuerto(al sur de Málaga). Dispone de buenas dotaciones turísticas: golf, atraques para embarcaciones, casino, plaza de toros...
La climatología es benigna, beneficiada por su ubicación a la vera del mar y protegida por el oeste por la montaña. Tiene escasos días de lluvia y una temperatura media anual de unos 18 grados.
Marbella, con sus núcleos turísticos y urbanizaciones, alcanza los cien mil habitantes. Su economía está ligada íntimamente al turismo. Su gastronomía es la típica de las zonas costeras, aunque el flujo turístico es elevado y ello permite la existencia de restaurantes con especialidades de diversos continentes.
